Reflexiones de nuestra memoria histórica desde el Archivo General
El Departamento de Normal en el ICL

archivo-general

Colaboración del Archivo General
Por Gonzalo Aquiles Serna Alcántara
Fotografía: Archivo General


Continuamos con la cuarta y última entrega del artículo realizado por el profesor investigador Gonzalo Aquiles Serna, “El Departamento de Normal en el Instituto Científico y Literario de Pachuca, México (1930-1936)”, el cual fue publicado en el Anuario Mexicano de Historia de la Educación.

El artículo se puede consultar en las ediciones de julio, agosto y septiembre 2021 de nuestra revista Gaceta UAEH.



Un profesor graduado en el Instituto



La búsqueda de documentos e información me condujo al archivo de la familia del profesor Javier Hernández Lara. Nativo de Huejutla, localidad situada en la cálida Huasteca, ubicada en el norte del estado de Hidalgo. Cursó sus estudios básicos en su ciudad y se inscribió en la Normal para Profesores fundada por el obispo Manríquez y Zárate, acérrimo crítico del presidente Elías Calles, quien lo expulsó del país. Tras el cierre de la escuela, los alumnos debieron salir de Huejutla para continuar sus estudios. Hernández Lara se inscribió en el Departamento de Normal del ICL, en donde cursó las materias necesarias para completar el plan de estudios, que era el mismo en ambas instituciones, y fue así que terminó sus estudios.

Como estaba normado, su título de profesor está firmado por el gobernador de Estado, Ernesto Vivero, y por Guillermo Bárcena, secretario de gobierno, y fue expedido el 11 de agosto de 1936. A la izquierda podemos observar la foto del joven profesor Javier Hernández Lara, y debajo de esta su firma. En el reverso del título aparecen dos firmas más: la de Librado Gutiérrez, director del ICL desde el 21 de noviembre de 1935, y la del secretario Buenaventura Morales (AFHL, 1936).

El profesor Hernández Lara pronto se integró como docente de la Escuela Normal Socialista de Pachuca, en donde fungió durante muchos años como profesor y secretario de la dirección, siempre diligente y con buenas relaciones con los alumnos.



Fin del Departamento de Normal

archivo-general 2

Una serie de acontecimientos se sumó para desincorporar los estudios de Normal del Instituto Científico y Literario. El cambio de régimen presidencial encabezado por Lázaro Cárdenas, como uno de los motores de la justicia social, había impulsado la adopción de una educación socialista, y la formalizó el 13 de diciembre de 1934. En el ámbito local, la carrera de profesor en el Instituto no había logrado la aceptación que se esperaba, y según Arroyo (1938, p. 5), “los estudios para la carrera de Profesor Normalista perdieron importancia y vigor, languideciendo a tal grado que a finales de 1935 el número de alumnos que se preparaban para el magisterio en el citado Instituto apenas alcanzaba una veintena”.

También influían en el escaso número de aspirantes al magisterio las malas condiciones de trabajo. En Pachuca un minero ganaba alrededor de 2.50 pesos diarios, es decir, más que un profesor urbano. En el caso de los profesores rurales la situación era peor. “Existía un gran número de egresados y egresadas que se resistía a realizar la función docente en las rurales debido al poco sueldo que se percibía. El país requería mayor número de escuelas y maestros, pero las dificultades económicas por las cuales el Estado atravesaba no le permitían disponer de presupuesto para nuevas plazas” (Hurtado, s.f.).

Los normalistas, dice Ávila (2017, p. 14), “en los lustros posteriores a la promulgación de la Constitución de 1917, enfrentaron todo un peregrinar laboral, que los llevó a construir diversas instancias de lucha y resistencia”, una de ellas fue la creación de sindicatos, que vinieron a desplazar a las antiguas mutualidades.

Fue así que, como resultado de la efervescencia laboral auspiciada por el régimen cardenista, en 1936 se realizó un Congreso del Sindicato Único Hidalguense de Trabajadores de la Enseñanza (S.U.H.T.E.), que…


“…aprobó una resolución para solicitar al gobernador Javier Rojo Gómez [sic], la desaparición del Departamento de Normal y proceder a la creación de una Escuela Normal que respondiera a las necesidades culturales y técnicas del magisterio hidalguense. La respuesta fue favorable, y así, el 27 de junio de 1936, fue inaugurada la Escuela Normal Socialista [Arroyo, 1938, p. 6]”.



Conclusiones



1. El periodo de existencia del Departamento de Normal, adscrito al Instituto Científico y Literario, abarca de marzo de 1930 a junio de 1936, comprendiendo desde la parte inicial del periodo gubernamental de Bartolomé Vargas Lugo a la porción final del gobierno de Ernesto Viveros Pérez.

2. Las disposiciones de los gobernadores antes citados fueron dirigidas a evitar el pago de sueldos y gastos administrativos de la Escuela Normal, utilizando las instalaciones del Instituto Científico y Literario y a su personal docente.

3. La decisión de incorporar y mantener los estudios normalistas dentro del Instituto Científico y Literario no contó con el respaldo o al menos la simpatía de los profesores más representativos del gremio. Uno de ellos, Teodomiro Manzano, en su libro Monografía del Instituto Científico y Literario, de 1937, no hace comentario alguno a la estadía del normalismo en esa institución.

4. Los profesionistas universitarios fueron claramente favorecidos sobre los maestros normalistas para ocupar las asignaturas mejor pagadas del plan de estudios del Departamento de Normal.

5. Consideramos que aún persiste una visión formativa de los futuros profesores propia del siglo pasado y que rehúye una auténtica y profunda actualización, coincidimos con Patricia Ducoing (2013) cuando afirma que se requiere de Escuelas Normales que “pongan fin al pensamiento simplificador que conceptualiza la profesionalización de la docencia como un training instrumentalista, basado en recetas prácticas y comportamentales para conducir un grupo”.

6. Por último, no hay evidencia de adquisición de algún tipo de identidad de los estudiantes y egresados del Departamento de Normal con el Instituto Científico y Literario. No se encontró registro de que hayan participado en reuniones o festejos del Instituto. La agrupación de exalumnos del ICL que desde esos años organiza una fiesta anual, nunca consideró como sus pares a los graduados del Departamento de Normal, por lo que podemos afirmar que la identidad normalista en Pachuca se constituyó bajo otras circunstancias (Serna, 2019, pp. 19-26).



archivo-general 3