Desinformación y seguridad a periodistas: Retos de la libertad de prensa

Por Fannia Cadena
Fotografía: Especial



El periodismo en México dio una vuelta de 180 grados. Mientras que la censura gubernamental de la información se va desdibujando, la veracidad libra una batalla con la desinformación, además de que no existen todavía garantías para la seguridad de los periodistas; lo anterior es motivo de reflexión, a propósito del Día mundial de la libertad de prensa que se conmemora por 26ª ocasión este 3 de mayo.

Este año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) propuso conmemorar el Día de la Libertad de prensa con el tema “Medios para la democracia. Periodismo y elecciones en los tiempos de la desinformación”, para discutir los desafíos actuales que la prensa enfrenta en tiempos electorales, así como el papel del periodismo en los procesos de paz y reconciliación.


La 26ª edición de la celebración del Día mundial de la libertad de prensa es organizada por la Unesco, la Unión Africana y el Gobierno de la República Democrática Federal de Etiopía.


Justamente, México atraviesa por los tiempos de la desinformación y de las fake news, un fenómeno que se ve potencializado por las redes sociales, favorecido por el clima político de polarización y de malestar entre los medios de comunicación y periodistas que estaban acostumbrados a recibir “chayote”, o a recibir más recursos económicos a cambio de hablar bien del gobierno en turno.

Algunos de los medios de comunicación enojados con el gobierno federal es la empresa Televisa, pues en el primer trimestre del gobierno encabezado por López Obrador, perdieron 13.8 por ciento de sus ganancias por recorte a publicidad; lo anterior, se ve reflejado indudablemente en su línea editorial.


Tal es el grado de malestar entre algunos periodistas y medios de información, que se ha orquestado toda una campaña para desacreditar al gobierno federal y principalmente al presidente Andrés Manuel López Obrador, que va desde la emisión de noticias falsas, hasta la generación de tendencias en redes sociales, infladas mediante bots o cuentas automatizadas y perfiles falsos.

Ejemplo de ello, fue el comunicador Pedro Ferriz Hijar, quien publicó en redes sociales una fotografía, asegurando que era el hijo del presidente de México, de compras en costosas tiendas de Estados Unidos. La noticia fue desmentida en horas y los usuarios crearon el hashtag #CactanAlHijodeAnlo para burlarse de este “error”… Es en estos tiempos de desinformación cuando se encuentra más vigente que nunca la reflexión en torno al papel del periodismo para construir la reconciliación y la paz.

La conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993.

En contra parte, nunca antes en la historia de México, se había visto tanta libertad de prensa, si se considera que el gobierno federal ya no ejerce censura alguna en la información de los medios de comunicación, además de que nunca había ruedas de prensa diariamente, donde se pueda cuestionar y debatir al presidente de México, como sucede ahora, y con derecho a réplica.


Deuda histórica con la libertad de prensa

De acuerdo con la organización Artículo 19, desde el año 2000 hasta el 16 de marzo de 2019, se han acumulado 124 periodistas asesinados en México; de los cuales 47 se perpetraron durante el anterior sexenio de Enrique Peña Nieto y cuatro en el actual periodo de Andrés Manuel López Obrador. Además, Veracruz registra el mayor número de asesinatos de periodistas por entidad, con un total de 26.



¿La libertad de expresión termina donde empieza la ética?

Hace unos días, Artículo 19 se pronunció para exigir libertad de expresión en favor del periódico Reforma, por las supuestas amenazas que recibió el director de este diario; lo anterior, luego de que este rotativo publicó en primera plana el domicilio del presidente Andrés Manuel López Obrador escrito en una narcomanta, lo que fue calificado por el mismo poder ejecutivo como falto de ética.

Por una parte, Artículo 19 defiende la libertad de expresión de los periodistas y los medios de comunicación, pero guarda silencio ante acciones como las de Reforma. Asimismo, condena las agresiones hacia los profesionales de la comunicación, pero calla cuando estos son los agresores.

Es ahí donde el concepto de libertad de prensa se confunde con la falta de profesionalismo y la mentira. Libertad para decir la verdad, no para desinformar ni para incitar a la violencia.


La libertad de prensa y de expresión constituye el núcleo del mandato de la Unesco, pues estas libertades permiten el entendimiento mutuo para construir una paz sostenible.