La corrupción ¿Un proceso adaptativo? Un enfoque Neuropsiquíatrico

Resumen

La corrupción es aquel acto inmoral que se apodera de las capacidades honorables de una persona para poder hacer daño consciente a otros a través de acciones inadecuadas que se convierten en un verdadero y único estilo de vida. Los trastornos de la personalidad van ligados tanto a las alteraciones anatomofisiológicas como a aquellos factores ambientales que intervienen en la conducta, se explican aquellas alteraciones estructurales y funcionales que existen en el cerebro de un individuo que conllevan a modificaciones con gran impacto en la sociedad, así el papel que desempeñan las hormonas en este trastorno de la personalidad y su relación que existe con las neuronas espejo; todos tenemos el potencial de ser corruptos como parte de una característica de supervivencia y adaptación humana.


Palabras clave: Neurobiología, Corrupción, Corteza Prefrontal Ventromedial, Amígdala, Hipotálamo, Neuronas Espejo, Oxcitocina.

Abstract

Corruption is one immoral act that grips the honorable capabilities of a person to be able to inflict conscious harm to others through inappropriate actions that become a truly unique lifestyle. Personality disorders are linked to both anatomic and physiologic alterations and those environmental factors that influence behavior. In this paper these structural and functional alterations that exist in the brain of an individual leading to modifications with great impact on society are explained, as well as the role of hormones in this personality disorder and its relationship with mirror neurons. In conclusion, everyone has the potential to be corrupted as part of a feature of human survival and adaptation.


Keywords: Neurobiology, Corruption, Ventromedial Prefrontal Cortex, Amygdala, Hypothalamus, Mirror Neurons, Oxytocin.

Impacto Social de la Corrupción

Corromper, en su sentido textual, viene del latín corrumpere que significa alterar, podrir, oler mal. La corrupción es la acción de dañar, deteriorar, enfermar, pervertir, depravar y echar a perder, manipulando utilitariamente a alguien con propósitos malsanos, alterando y trastocando su identidad, propiciando, consciente o inconscientemente, su complicidad. Esta acción elimina los valores creativos en una ética legítima, auténtica, del uno, del otro, del ambiente y de la sociedad. A pesar de que a través de los actos corruptos se obtienen crédito de popularidad y bienes materiales temporales, aquellos individuos corruptos son seres con trastornos de la personalidad que entran en un conflicto psiquiátrico por una alteración afectiva y emocional, habiéndose aprovechado de las personas para su beneficio. La reflexión de la corrupción nos lleva prudente y directamente al interior de una conducta de interioridad penosa, es una conducta que modula la percepción y la reacción ante la injusticia, comportamientos deshonestos y una lamentable pérdida de integridad.

Neurobiología de la Corrupción

Una persona que normalmente actúa por sus valores de forma correcta en la sociedad y en el ambiente en el que se desenvuelve, puede cambiar su forma en la que actúa y su comportamiento al realizar una conducta corrupta a través de las situaciones que se presenten en su vida, puede que la corrupción se utilice para salir de un problema, para encajar en la sociedad o simplemente por influencia de alguien más que lo conduzca a realizar un acto de corrupción, ya que toda persona es susceptible a realizarlo olvidando sus valores morales y creencias, y en el cual tiene un impacto en su entorno.

Frente a una situación amenazante o dificultosa, el organismo responde de diversas maneras dependiendo del contexto del escenario, se efectúan respuestas periféricas como el aumento de la conductancia de la piel que explica la sensación incómoda de cosquilleo, la sudoración y/o escalofríos ante el medio hostil en el que se encuentra; el uso de la visión facilita la detección del contenido y capta los estímulos que se han analizado en la situación peligrosa para poder enviar la información percibida a un conjunto de conexiones cerebrales, que permite al organismo actuar rápidamente a estos estímulos y lograr una óptima respuesta frente a dicho escenario.

La explicación neurobiológica de la conducta corrupta depende de la función anormal de un área cerebral llamada CPFVM (corteza prefrontal ventromedial), ésta tiene conexión con otras estructuras que regulan el comportamiento, y por lo tanto, cualquier alteración estructural o funcional en cualquier nivel de las conexiones cerebrales que interactúan fisiológicamente para el procesamiento de la información frente a eventos estresores (alteraciones en estructuras cerebrales como el tálamo, la corteza prefrontal ventromedial, la amígdala, el hipocampo) cuyo objetivo normal es el de generar una respuesta adecuada para la resolución o enfrentamiento de un problema, da como resultado diversas modificaciones manifestadas por conductas como alteración en la respuesta ante amenazas, pensamientos de desconfianza, temor hacia el estímulo amenazante o estímulo agresivo, inhibición de culpa, incentivos gratificantes o placenteros que van en contra de la moral, frialdad afectiva, baja responsividad fisiológica, una afectación de la capacidad para regular la conducta corrupta innata que todos poseemos, evitar sentir tristeza, culpa ante las consecuencias perjudiciales para los demás, sea cual sea el nivel alterado, aún si la alteración estructural está en el inicio de estas conexiones o al final de estas.

Estas alteraciones pueden observarse mediante la Resonancia Magnética Funcional (RMF), en las personas diagnosticadas con trastornos de la personalidad y la conducta corrupta, se encontró una reducción del volumen de la masa prefrontal que se correlaciona a una reducción de la respuesta autónoma frente a un evento estresor, como implica las regiones prefrontales y del sistema límbico, en donde hay una disminución de las conexiones del complejo amígdala-hipocampo-corteza prefrontal.

Otro factor importante en la génesis de la conducta corrupta es el papel de las hormonas. Se ha comprobado que las personas con bajos niveles de transportadores de serotonina en el núcleo dorsal del rafé son honestas y confiables y no pueden tolerar la injusticia y son sinceros al expresar sus frustraciones, por lo tanto a mayor transmisión de serotonina en el Sistema Nervioso Central (SNC), tendremos un comportamiento más hábil y oportunista, características esenciales en un ser corrupto.

Otra hormona importante es la oxitocina la cual se relaciona al establecimiento de relaciones amorosas, amistosas, maternales, a la resolución de problemas y sobre todo a la confianza así como también en actos morales e inmorales, a menor disminución de esta hormona, existirán mayores sentimientos discrepantes en la socialización. También la oxitocina puede proporcionar la envidia y sensación de superioridad, su efecto depende en parte del estado emocional de fondo del que es secretada.

A pesar de que cada individuo experimenta sensaciones y respuestas diferentes en la vida diaria, existen algunas áreas neuronales que permiten simular las acciones, emociones y sentimientos de una tercera persona, es decir, el cerebro replica acciones, sentimientos y emociones observadas.

Por ejemplo, si somos testigos de un accidente en la vía pública y si nos acercamos y vemos a una persona accidentada, no experimentamos el dolor que ella tiene en el momento debido al accidente, sin embargo, sí llegamos a experimentar un cierto malestar, sorpresa o tristeza al ver los golpes, el dolor que refleja al quejarse, al ver que tiene incapacidad de movimiento o al ver la sangre en sus heridas. Todo esto es resultado de la acción de áreas especiales llamadas neuronas espejo.  

En relación a un individuo corrupto, este mecanismo es inhibido cuando se presenta la ocasión de causar daño moral a otra persona, ya que el nexo causal entre la acción y la consecuencia es inmediato y puede ser percibido por las estructuras cerebrales del victimario. Debido a que el individuo corrupto no está neurológica y psíquicamente sano, no hay una generación o desarrollo de sentimientos de arrepentimiento o aversión de lo que hace, es por eso que la falta de culpa en un sujeto corrupto, es una característica que rige su comportamiento.

El reconocer los estados emocionales de las otras personas, indirectamente influye en nuestro estado emocional, es una dinámica indispensable para la convivencia en grupos sociales, por lo cual, en el individuo corrupto, ésta puede ser una explicación del porqué éste no busca relacionarse sinceramente con los demás, sino que trata de tener una ambición de poder sacar provecho de sus actos inmorales de las personas que le rodean.

Conclusiones

La reducción del funcionamiento de la corteza prefrontal se traduce dentro del plano neuropsicológico con alteraciones en los sentimientos agresivos y/o inmorales; en el plano neurocomportamental se identifican conductas arriesgadas, irresponsables, trasgresoras de las normas, con arranques emocionales y agresivos que pueden predisponer a la violencia; en el plano de la personalidad se asocian con impulsividad, pérdida de autocontrol e inmadurez y finalmente en el plano cognoscitivo causan reducción de la capacidad de razonar y de pensar. Estas son características de la conducta corrupta de diversos puntos de vista que nos hacen pensar: ¿es necesario que solo existan alteraciones cerebrales para que un individuo se vuelva corrupto? La complejidad del entendimiento de la neurobiología de la conducta corrupta es grandemente complicada, sin embargo, debido a que todos tenemos el potencial de ser corruptos, sabemos que no es necesario que existan alteraciones para que la corrupción de apodere de los valores morales de un individuo, sino que depende del medio ambiente en el que se desarrolle y del deseo que éste tenga de cometer o no un acto ilícito.

Todos los seres humanos tenemos potencialidades de corrupción: somos factibles de corromper o de que nos corrompan. Aquel ser que se enfoca por corromper, pone en riesgo la cultura, la ética y la integridad de la sociedad; la corrupción contamina progresiva y drásticamente a quienes tengan contacto con ella.

La corrupción pareciera tomar poder dentro del territorio político para la mayoría de las personas, sin embargo, ésta se encuentra en demasiadas acciones dentro del entorno, no sólo en el ámbito político, sino en el social, respecto a la salud, dentro de un perfil económico, administrativo y penosamente, en el círculo familiar. Debe haber algo en la mente del corrupto que lo hace insensible al acto de corrupción y sus consecuencias, debe haber algo más en la neurobiología del corrupto que justifica su podrido accionar. Si la honestidad se coloca entre las más nobles de las virtudes, entonces la corrupción se sitúa entre los más lamentables comportamientos del ser humano. No advertimos que la corrupción no era una inesperada amenaza ni una lacra sorpresiva, sino que había sido desde el principio nuestra inveterada y sórdida manera de ser.

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[a] Profesor del Área Académica de Medicina del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

[b] Alumno del Área Académica de Medicina del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

 

Correspondencia: Ed Tovar enet_178@hotmail.com