La historia de larga duración de Fernand Braudel.

Resumen

El ensayo que a continuación se presenta discute el concepto de larga duración en la historia propuesta por el historiador Fernand Braudel y la relación que existe entre la historia y las ciencias sociales (geografía, psicología, sociología y antropología).


Palabras clave: Historia, larga duración, ciencias sociales, ruptura epistemológica.

Abstract

The trial presented below discusses the concept of long duration in the history given by the historian Fernand Braudel and the relationship between history and the social sciences (geography, psychology, sociology and anthropology).


Key words: History, long duration, social sciences, epistemological break.

Introducción

El objetivo del presente ensayo es analizar de forma crítica la noción de larga duración en la historia propuesta por Fernand Braudel. Apoyados en los planteamientos teórico-metodológicos de Braudel y de sus críticos discutiremos la pertinencia de la noción en el quehacer histórico y la crisis epistemológica que experimentan las ciencias sociales.

De la crisis en las ciencias sociales a la noción multidisciplinaria en la historia

Fernand Braudel historiador francés que nació en 1902 y dejó de existir en 1985. Considerado como el más grande historiador de todo el siglo XX. Inscrito en la tradición de la Escuela de los Annales y director de la revista con el mismo nombre a la muerte de Lucien Le Fevre director y fundador de la misma. Braudel como director de la revista Annales consiguió que su modo de entender la práctica de la historia se generalizara en las universidades francesas y se exportara a un buen número de países europeos y latinoamericanos (Moradiellos, 2002). Su más grande obra fue El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II.

Su artículo “La larga duración”, es un apartado del libro La historia y las ciencias sociales de Alianza Editorial. Esta publicación aparece como una serie de conferencias en las cuales Braudel expresa su preocupación por la crisis que atraviesan las ciencias sociales. La pregunta central del artículo consiste en cuestionarse cómo las ciencias sociales superan la crisis en la que se han visto envueltas. De este modo, Braudel en su publicación, en la introducción, discute el estado de la cuestión de la problemática que analiza. Posteriormente, en el primer apartado, hace una distinción entre la historia del acontecimiento y la historia de larga duración. Mientras que, en el segundo apartado, nos plantea cómo las investigaciones sociales se han interesado por temporalidades de corta duración y cómo éstas se encuentran bloqueadas por la restricción temporal. En la tercera sección, reflexiona sobre los tiempos en la historia. Por último, discute cómo manejan los tiempos los investigadores en las ciencias sociales.

El trabajo de Braudel centra su atención en lo que se conoce como una ruptura epistemológica en las ciencias sociales y trata de generar nuevas propuestas. Es así que con Braudel (1979), la historia cambia de objeto, pues al variar, al hacer más amplia la temporalidad sustituye al tiempo rápido del acontecimiento por el tiempo largo de la vida material. “El acontecimiento, por lo que a mi se refiere, me gustaría encerrarlo, aprisionarlo en el de corta duración: el acontecimiento es explosivo, tonante. Echa tanto humo que llena la conciencia de los componentes; pero apenas dura, apenas se advierte su llama”. (pp. 64-65).

De esta manera, la perspectiva que adopta Braudel lo lleva a contar una historia que ya no sólo recurre a los testimonios, sino que ahora se reconoce en la geografía, la economía, la antropología, la sociología. Coloca en el escritorio del historiador nuevas disciplinas como si fueran nuevos colores, insertando a las ciencias sociales en la historia. Tal como lo sostiene Roger Bartra, Braudel insistió en tantas ocasiones en que era necesario hacer una nueva historia diferente a la historia convencional. Una nueva historia separada de las tradiciones decimonónicas, basada en la comprensión de los ciclos largos y en una mayor atención a la geografía, los flujos demográficos, los vastos conglomerados culturales y las estructuras económicas. (Bartra, 2002).

En este sentido, para hacer una distinción entre el tiempo corto y la larga duración se apoya en la noción de estructura como una herramienta analítica para estudiar la nueva concepción de la historia. Braudel (1979) entiende la estructura en los siguientes términos: “es una organización, una coherencia, unas relaciones suficientemente fijas entre realidades y masas sociales. Para nosotros los historiadores, una estructura es indudablemente un ensamblaje, una arquitectura; pero más aún, una realidad que el tiempo tarda enormemente en desgastar. Y transformar”. (p. 70).

De esta manera, la estructura se convierte en un elemento central para analizar los periodos de larga duración. Según Braudel (1979), esta tesis se basa en “un nuevo modo de relato histórico –cabe decir el recitativo de la coyuntura, del ciclo y hasta del interciclo que ofrece nuestra elección una decena de años, un cuarto de siglo y, en última instancia, el medio siglo del ciclo clásico de Kondratieff”. (p. 69). Por lo que plantea que este modelo permite ir más allá del hecho, postulando que si un hecho ocurrió hoy lo más probable es que se haya gestado mucho tiempo atrás.

Así, a través de los períodos de larga duración, se puede rastrear y analizar porque el hecho ocurrió de la forma que ocurrió. Braudel con este planteamiento nos quiere mostrar que existen coyunturas donde se puede analizar el hecho. Pensemos en el movimiento Zapatista el cual salta a la luz el 1 de enero de 1994. Sin embargo, este movimiento viene gestándose desde mucho tiempo atrás. Braudel (1979) nos sugiere que no nos fijemos en el hecho, sino que nos preguntemos porque se dio este hecho. “Entonces, el modelo establecido con sumo cuidado permitirá, pues, encausar, además del medio social observando a partir del cual ha sido, en definitiva, creado otros medios sociales de la misma naturaleza, a través del tiempo y del espacio”. (p. 96).

Del mismo modo crítica la connotación que tiene el tiempo de la historia en la sociología. Pues considera que para los sociólogos el tiempo no tiene mucha importancia, en virtud de que se concentran en analizar el momento. Considera que el rechazo de la sociología no es hacia la historia misma sino al tiempo de la historia, pues se pierden en el hecho.

Sin embargo, en esta propuesta no todo es miel sobre hojuelas. Braudel nos señala que lo interesante de descubrir la larga duración en el entramado de los acontecimientos, interrogándolos en perspectiva de los procesos de construcción. Pero atendiendo también a las relaciones y procesos que no son visibles. En otras palabras, no dar por hecho, el hecho social hasta preguntarse por qué se dio de esa manera.

Conclusión

Braudel, a lo largo del texto, nos presenta y nos propone una nueva forma de analizar la historia y las ciencias sociales (psicología, antropología, sociología, geografía humana, etc.). De esta manera, Braudel (1979) nos plantea la necesidad de una interdisciplinariedad en las investigaciones en las ciencias del hombre para de esta manera superar la crisis que afrontan. “Este artículo tiene una finalidad práctica desearía que las ciencias sociales dejaran provisionalmente de discutir tanto sobre sus fronteras reciprocas, sobre lo que es o no es ciencia social, sobre lo que es o no estructura. Que intentan más bien trazar, a través de nuestras investigaciones, las líneas si la hubiere que pudieran orientar la investigación colectiva y también los temas que permitieron alcanzar una primera convergencia” (p. 96).

Asimismo, deja en claro la importancia de la historia dentro de las investigaciones sociales. De esta manera, consideramos que Braudel cumple con los objetivos que se plantea en el artículo, pues su propuesta se convierte en una nueva forma de investigar en las ciencias sociales. Sin embargo, encontramos algunas críticas vertidas al trabajo de Ferdinand Braudel; la primera cuestiona la noción del tiempo que propone para analizar la historia y la segunda, cuestiona cómo es que investigadores que abrazaron la propuesta teórica de Braudel hoy siguen otra postura teórica completamente diferente.

La primera crítica señala que la concepción de Braudel de un tiempo estacionario, semi-inmóvil, sin práctica, discontinuidad ni cambio sustancial, con su persistente devaluación de los acontecimientos políticos y de las actividades prepositivas humanas, reflejaba la radicalización extrema del matizado determinismo geográfico de sus maestros de entreguerras. Según Moradiellos (2002) esta situación no le permitía prestar atención a los acontecimientos como síntomas de fenómenos más profundos. Respecto a este señalamiento de Moradiellos, no compartimos su opinión en el sentido de que no consideramos que Braudel desvalorice los acontecimientos políticos, sino todo lo contrario, con la larga duración Braudel pretende mostrar una historia en movimiento, más allá de los simples hechos.

Por otra parte, Roger Bartra (2002) se pregunta a manera de paradoja ¿Cómo es posible que muchos de los herederos de Braudel, que clamaban por una historia global y subrayaban la importancia de la larga duración, se dedique ahora a investigaciones microhistóricas sobre algunos fenómenos en el gran teatro del mundo?

Son interesantes los cuestionamientos que le hacen al trabajo de Braudel, sobre todo el cuestionamiento de Roger Bartra, en virtud de que la paradoja que nos plantea es sintomática de algo. Quizá el regreso a la microhistoria de parte de algunos investigadores seguidores de Braudel sea un indicador de la necesidad de seguir produciendo estudios multidisciplinarios en las ciencias sociales. Si esto fuere así, creemos que Braudel estaría contento, por que el lo que más apostaba era por romper con las tradiciones decimonónicas en las ciencias sociales en aras de una mejor comprensión de la realidad social.

Ahora bien, consideramos que más allá de los cuestionamientos, lo interesante de la propuesta de Braudel radica en el hecho de concebir algo nuevo, algo diferente que permita una mejor comprensión de la realidad social. Es decir, el concebir de una forma diferente de afrontar la realidad social nos permite una comprensión más amplia de la misma, que lo mismo se puede apoyar en la historia, que la geografía, la sociología o incluso la antropología. De ahí la relevancia del trabajo de Braudel y la invitación a consultarlo y a utilizarlo como una excelente herramienta analítica en las ciencias sociales.

Referencias Bibliográficas

Bartra, R. (2002). Attendant Braudel. Recuperado de: www.jornada.unam.mx/1996/sep960922/sem-bartra.html

Braudel, F. (1979). La larga duración en La historia y las ciencias sociales. Madrid: Alianza.

Coya, H. (2002). Fernand Braudel, la historia y su tiempo. Recuperado de: www.editoraperu.com/pe/10/26/cu11.asp

Gemmeli, G. (2010). Fernand Braudel o la historia total. Recuperado de: www.france.diplomatie.fr/label_france/ESPAÑOL/IDEES/BRAUDEL/bra.html

Gojman, S. (2008). Estudiando con los brevarios. Recuperado de: www.fce.com.ar/quias/historia/braudel/htlm

Moradiellos, F. (2006). Fernando Braudel la historia sin sujeto. Recuperado de: www.nodulo.org/ec/2002/n004p01.html


[a] Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo