Año 02 / No. 66 / Marzo 1, 2009.
UAEH, 140 años forjando historias

Hoy el edificio de Abasolo 600, es una imagen que sin duda nos remite a ser universitario de excelencia. El transcurso del tiempo, lleno de imágenes épicas, personajes, avances, retos y logros ha cimentado el sentido de pertenencia que hoy se respira en cada rincón de nuestra alma máter, perdurando a través del recuerdo, donde las enseñanza son la mejor herencia.
Con 140 años de historia, la UAEH es sin duda la institución de educación superior más antigua en el estado de Hidalgo. La memoria universitaria se remonta al 3 de marzo de 1869, cuando el gobernador Juan C. Doria inauguró oficialmente el Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios.
El Instituto fue creado por iniciativa de un grupo de profesionistas encabezados por Agustín Cárdenas, Miguel Varela y Marcelino Guerrero, como signo de capacidad para atender las necesidades educativas de los habitantes del naciente estado de Hidalgo.
En 1872 se expidió el primer reglamento interno, inspirado en la filosofía positivista, y de entonces data el lema “Amor, Orden y Progreso” que identifica a la UAEH. Posteriormente, el 20 de mayo de 1890, el gobierno de Hidalgo puso en vigor el segundo reglamento interno, en el cual, se fijó el nombre oficial del colegio: Instituto Científico Literario del Estado (ICL).
En su segunda etapa, que contempla de 1911 a 1925, el Instituto sufrió las consecuencias de la guerra civil, por lo que en dos ocasiones estuvo a punto de ser clausurado, experimentando después de la Revolución Mexicana varios cambios. Para 1921 se le incorporaron otras escuelas, llamándose Universidad de Hidalgo, sin embargo en 1925 recuperó el nombre de Instituto Científico y Literario.
De 1925 a 1961, viviendo su tercera etapa, el Instituto abrió estudios profesionales para las carreras de Medicina, Derecho e Ingeniería, en sus dos primeros años. El primero de abril de 1948, mediante el Decreto No. 1, se concedió autonomía al Instituto, que en lo sucesivo estaría regido por una junta de gobierno, y en1950 se expidió la Ley Orgánica del Instituto Científico y Literario Autónomo del Estado.
Durante el gobierno del licenciado Adolfo López Mateos se crearon universidades en varios estados de la república. En Hidalgo, la población estudiantil que demandaba educación superior iba en aumento, propiciando que el 24 de febrero de 1961, la XLIII Legislatura Local promulgara el decreto número 23 que creaba la actual Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.v Actualmente, con 48 años de vida institucional, la UAEH ha evolucionado gracias al rápido crecimiento y expansión de cada una de sus funciones sustantivas. Hoy, la Universidad de los hidalguenses, que ha impulsado el desarrollo social por 140 años, es reconocida por su calidad educativa cimentándose en las diferentes regiones del estado, traspasando las fronteras de su territorio.
Los alcances conseguidos hasta ahora son producto del trabajo cotidiano, el esfuerzo, el compromiso y la responsabilidad institucional de cada personaje que ha cruzado los caminos de la UAEH, escribiendo día con día la perenne tradición universitaria, porque no cabe duda que… los universitarios nada somos sin historia.
Pensar en la UAEH nos hace recordar de manera instintiva el Edificio Central que albergó por más de 40 años las oficinas de rectoría. Ubicado en el no. 600 de la calle de Abasolo en el centro de la capital hidalguense. Este edificio fue construido por los frailes Juaninos en 1725, cuando se solicitó al virrey Juan de Acuña, marqués de Casa Fuerte, y al arzobispo Fray José de Lanciego la construcción de un hospital. El edificio terminó de construirse en 1725; cuando pasó a manos del ayuntamiento en 1837 y en 1863 se trasladó el hospital al Colegio de San Francisco, que se convirtió en cuartel.
Tiempo después se instaló ahí el Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios, y en febrero de 1961, por decreto del Congreso, se creó la UAEH.
Otro de los importantes patrimonios, tanto de la comunidad universitaria como de la sociedad hidalguense, es la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, localizada en el patio de rectoría del edificio Central de la Máxima Casa de Estudios, que hoy alberga al auditorio Baltasar Muñoz Lumbier, construido entre 1725 y 1734 sobre una nave con planta en forma rectangular cubierta de una bóveda de cañón, sostenida por arcos que asientan en columnas, además de una cúpula semiesférica con linternas, dos portadas, una viendo al sur que era la parte lateral de la iglesia y la otra al oriente que era la entrada principal. Su nombre se le debe a Baltasar Muñoz Lumbier, ingeniero minero metalúrgico, quien se convirtiera en el primer mexicano en dirigir una compañía minera estadounidense en nuestro país y quien fuera director del Instituto Científico y Literario.
Después de un recorrido histórico de más de 200 años, hoy las paredes que vieron nacer lo que hoy se conoce como la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) se deslumbran ante imponentes edificios modernos con tintes vanguardistas que son testigo del desarrollo de una sociedad, tal es el caso del Polideportivo universitario, la Villa deportiva, los modernos institutos, los centros de investigación y las Torres de Rectoría.


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