Deterioro de condiciones laborales, tema central de investigación en la UAEH

Por Fannia Cadena
Fotografía: Especial


Empleos sin prestaciones sociales ni laborales, mal pagados y explotados pasaron de ser la excepción hace tres décadas, a ser lo más común en el mercado laboral mexicano. Por ello en los últimos años la investigación social se ha enfocado en estudiar este problema que afecta tanto a los trabajadores como a sus familias.

El año 2012 destaca por el hecho de que la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) tenía información más confiable, por lo que una de las investigaciones que se realizan en la Maestría en Estudios de Población (MEP) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) partió de esta base de datos para analizar las condiciones laborales de trabajadores asalariados de zonas urbanas de todo el país.



Precariedad en empleos mexicanos


Según este estudio, titulado “Precariedad laboral y carencias sociales de los trabajadores urbanos de México, 2012”, el mayor porcentaje de trabajadores asalariados, hombres y mujeres, se concentra entre los 26 a 35 años de edad, y más de la mitad de la población trabajadora, el 74 por ciento, padecía de condiciones laborales precarias ya sea moderada o alta, siendo los jóvenes de entre 15 a 29 años quienes están más expuestos a sufrir condiciones laborales muy deterioradas.




Propone que el Estado mexicano debe volver a regular el mercado laboral y financiero para beneficio de los trabajadores


Dirigida por María Valeria Judith Montoya García, actual coordinadora de la maestría, la investigación sostiene que el deterioro de las condiciones laborales es un efecto del modelo neoliberal que cambió tanto las formas de producción como las relaciones entre patrones y trabajadores, afectando a estos últimos con peores condiciones de trabajo, pues hay cada vez menos derechos laborales como son las prestaciones de ley, y más bajos salarios que cada vez tienen menos poder adquisitivo.

El estudio revela que la escolaridad no es un factor determinante para no presentar precariedad laboral, sin embargo sí se observa que a mayor escolaridad existe menor probabilidad de tener condiciones laborales muy precarias, sin embargo, seguirán siendo precarias.

Además, la investigación apunta a que de tres prestaciones laborales básicas como son el aguinaldo, vacaciones y prima vacacional, la mayoría de hombres y mujeres no cuentan con ninguna de ellas, pues 44.7 por ciento de varones y 42.1 por ciento de las mujeres no las tiene.

En cuanto a las prestaciones sociales, se consideraron las prestaciones de crédito para la vivienda, SAR o Afore, así como servicio de salud, revelándose que las mujeres representan el mayor porcentaje sin alguna prestación social, con 51.3 por ciento contra 48.9 por ciento de los hombres.

Asimismo, se observó que la mayor parte de los trabajadores asalariados en las zonas urbanas percibe ingresos mayores a un salario mínimo (62.33 pesos en 2012) y menores a tres salarios mínimos; esto quiere decir que el 52.8 por ciento de los asalariados sobrevivía con un salario de entre 62.33 pesos y menor a 186.99 pesos al día.

Ante el acelerado deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores, la investigación enfatiza la necesidad de que el Estado de México vuelva a regular el mercado laboral y financiero, cuyo control cedió desde hace casi tres décadas a la iniciativa privada tanto nacional como extranjera. Además, propone que el gobierno revierta las modificaciones a la Ley General del Trabajo, como lo es la Reforma Laboral de 2012, la cual “representa un retroceso para los derechos laborales” pues agravan las malas condiciones laborales y en consecuencia, las condiciones de vida de la población.


¿Cómo estamos en la capital hidalguense?


En el Área Académica de Sociología y Demografía, donde se inserta la Maestría en Estudios de Población, existen varios estudios en torno al mercado de trabajo y las condiciones laborales de los empleados. En el libro intitulado Historias laborales de Pachuca, los investigadores Martha Antonieta Díaz Rodríguez, Eduviges del Pilar Padilla Mendoza y Germán Vázquez Sandrín, documentan que en la capital hidalguense prevalece el trabajo precario o de mala calidad debido a que la mayor parte de los trabajadores no cuenta con las prestaciones mínimas como el derecho a la salud, a la vivienda y al fondo para el retiro.

En el libro coordinado por el profesor investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), José Aurelio Granados Alcantar, los académicos plantean que aunque existen diferencias en las condiciones laborales de tres diferentes generaciones analizadas (de 30 a 39 años, de 40 a 49 años y de 50 a 60 años) en ninguno de esos grupos se observaron resultados satisfactorios, por lo que concluyen que Pachuca presenta un problema estructural del empleo y calidad del mismo que permea en las generaciones.

De acuerdo con los investigadores, este fenómeno es consecuencia de la globalización económica, que ha llevado a que el mercado laboral se caracterice por la subcontratación y la flexibilidad laboral, entendida como el replanteamiento del contrato de trabajo para establecer términos a favor del patrón y en menoscabo del trabajador en cuanto al nivel del salario, jornada laboral y prestaciones sociales.

En Pachuca la población más vulnerable en relación al desempleo es la de 50 a 60 años de edad, pues los porcentajes de población sin trabajo, aumentan conforme se tiene mayor edad. Asimismo, exponen que un factor importante para determinar la calidad del trabajo son las prestaciones sociales, el derecho a la salud, el crédito para la vivienda, además del derecho a la pensión y jubilación.

Con datos de la Encuesta Demográfica Retrospectiva de Migración y Empleo en la Ciudad de Pachuca (ENDIME), revelaron que 73.6 por ciento de las personas trabajadoras de 40 a 49 años no tienen acceso a fondos para el retiro.




Según el estudio de la MEP, en 2012 al menos el 74 por ciento de los trabajadores asalariados urbanos, tanto de hombres como mujeres, se encontraban en empleos con precariedad moderada o alta


Ese mismo estudio reveló que 64.9 por ciento de las personas que trabajaban, no tenían derechohabiencia, lo que se traduce en un grave problema social, pues los trabajadores más vulnerables son los de 50 a 60 años de edad, donde 66.9 por ciento no cuenta con este derecho laboral, mientras que en el caso de los que tienen de 40 a 49 años, el 66.7 por ciento no tenían derechohabiencia, en tanto que el 59.7 por ciento de los trabajadores en edad de 30 a 39 años tampoco tenían acceso a servicios de salud como una prestación ligada al trabajo.

Por último, más del 67 por ciento de la población que trabaja no tiene acceso a fondo de retiro para pensión o jubilación, lo que refleja las malas condiciones laborales en que se encuentran los pachuqueños. En cuanto al acceso a fondo de ahorro para vivienda, se reveló que más del 68 por ciento de los trabajadores no cuentan con esta prestación social.