Garzas al aire: Catarsis, el refugio que convirtió el teatro en familia
Por Itzel Paredes Baños
Fotografía: Romina Cossio e Itzel Paredes Baños
El Club de Teatro Catarsis del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) nació en 2024, cuando Emilio Ruiz Maca, estudiante de Comunicación, decidió montar Mentiras, el musical. No contaba con un espacio fijo ni con un plan detallado; solo tenía el impulso de hacerlo realidad y el deseo de volver al teatro, un lugar que siempre había significado mucho para él.
Mentiras es un montaje escénico que exige voces sólidas, presencia escénica y una energía constante para revivir los éxitos más icónicos de los años ochenta. Para un grupo que apenas se estaba formando, llevar a cabo una obra de esa magnitud representaba un reto considerable. Aun así, nada de esto detuvo al universitario ni a quienes se sumaron al proyecto, convencidos de que valía la pena intentarlo.
“Yo venía de una racha emocional mala y el teatro me recordó que nunca es tarde para perseguir tus sueños”, expresó Emilio.
Desde el inicio, los ensayos se integraron parte de la vida del equipo. Había prácticas casi diarias, ajustes al guion para conectar con el público joven y una búsqueda continua de voces capaces de interpretar temas como “¿Cómo te va mi amor?” y “Detrás de mi ventana”. Entre marcajes, coreografías y múltiples repeticiones, el grupo fue afinando su dinámica y descubriendo una forma de trabajar que les brindaba seguridad sobre el escenario.
El estreno superó todas las expectativas. Los auditorios del ICSHu se llenaron al grado de que muchas personas tuvieron que sentarse en las escaleras o permanecer de pie. Ante esa respuesta, resultó evidente que el proyecto no podía quedarse en una sola puesta en escena, por lo que decidieron formalizar y convertirlo en un espacio permanente dentro de la institución.
A principios de este año, una votación interna definió el nombre del grupo: Catarsis, tomado de la palabra griega katharsis, que significa “purificación” y alude a liberar emociones a través del arte. La elección reflejaba tanto el proceso vivido desde los primeros ensayos como la forma en que cada integrante encontraba en el escenario un lugar para expresarse con libertad y dejar salir aquello que llevaba dentro.
“El teatro nos salvó a todos en momentos complicados, queríamos que más personas encontraran un lugar seguro, porque sabíamos que no éramos los únicos pasando por un mal momento”
Con una identidad clara, el club comenzó a expandirse. De iniciar, con apenas diez aspirantes, pasaron a recibir más de ochenta personas interesadas, aunque el equipo se mantuvo alrededor de treinta integrantes debido a las cargas académicas y al compromiso que requería el proyecto. Para funcionar mejor, establecieron áreas como vocalización, escenografía, guionismo, danza y vestuario, aprovechando el talento y las fortalezas de cada persona.
Aquí nadie es más que nadie; el club funciona como un reloj donde cada engranaje importa”
Actualmente, el club es coordinado por Santiago Phoenix Villarreal Palacios, también estudiante de Comunicación. Bajo su liderazgo presentaron Quiero vivir en la ciudad, adaptación de Hoy no me puedo levantar, con la que obtuvieron el primer lugar en la categoría de Teatro en Talentos Universitarios durante la Feria Universitaria del Libro 2025. Tras este logro, el grupo busca mantenerse, sumar nuevas generaciones y mantener vivo el teatro dentro de la Universidad.