Hablemos de Sobrepeso y Salud

Con el objetivo de conocer el estado general de la salud de los mexicanos, de julio a diciembre del año 2022 se realizó la Encuesta Nacional de salud y Nutrición (ESANUT). Los resultados de esta encuesta se publicaron en junio del 2023 en la revista Salud Publica de México y arrojaron datos importantes sobre afecciones relacionadas al sobrepeso corporal.

La obesidad es un problema de salud pública global que ha aumentado significativamente en las últimas décadas. El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple que relaciona el peso y la talla del individuo y se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos (en niños se consideran otros factores como la media general para la población infantil del país).

En el caso de los adultos, se define como sobrepeso al individuo con IMC igual a 25 o superior, y se considera obesidad un IMC igual a 30 o superior. La obesidad afecta a personas de todas las edades y grupos étnicos, y puede tener consecuencias graves para la salud. La obesidad abdominal, definida como una circunferencia igual o mayor a 80 cm en mujeres y 90 cm en hombres, se considera como un factor de riesgo incrementado para desarrollar enfermedades cardiovasculares.

1. Prevalencia de la Obesidad:

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 1975 y 2016, la prevalencia mundial de la obesidad se ha casi triplicado y se estima que en el año 2035 cerca de 2 mil millones de personas vivirán con obesidad en el mundo. Lo que significa un impacto económico de $4.32 billones de dólares para los sistemas de salud, pues se espera que la obesidad infantil aumente un 100% y que uno de cada cuatro adultos viva con obesidad.

En México, según ENSANUT y Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), entre 1999 y 2021 la obesidad en niños de 5 a 19 años se duplicó, subiendo de uno a dos de cada 10 niños (aproximadamente); igualmente la obesidad en mayores de 20 años se duplicó, subió de dos de cada 10, a cuatro de cada 10 personas (aproximadamente). La obesidad abdominal en México la sufren ocho de cada 10 personas. Posicionando al sobrepeso y la obesidad como un foco rojo y factor de riesgo para la salud pública de México.

2. Consecuencias para la Salud:

La obesidad está relacionada con una serie de problemas de salud, incluyendo diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, apnea del sueño, ciertos tipos de cáncer y problemas articulares. Además, la obesidad también puede afectar la salud mental y emocional, llevando a problemas como la depresión y la baja autoestima.

Según la ENSANUT, en 2021, 15 millones de mexicanos vivían con diabetes, la mitad de los adultos presentan hipertensión arterial y una de cada siete mujeres, anemia. Se considera que de 2021 a 2022, diabetes, hipertensión y dislipidemias aumentaron casi el 2% cada uno.

Importante recalcar que la ENSANUT 2022 detectó que alrededor de dos de cada 100 adolescentes de 14 a 19 años están en alto riesgo, y cinco de cada 100 en riesgo moderado de desarrollar un Trastorno de Alimentación, ya que realizan prácticas para controlar o bajar de peso consideradas como Conducta Alimentaria de Riesgo (CAR), como ayuno prolongado, eliminación de grupos de alimentos, atracones, inducción de vómito, uso de laxantes o pastillas para disminuir el apetito y ejercicio excesivo.

Las enfermedades cardiovasculares, como las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares, fueron las principales causas de muertes en 2012. Agregado a estos, se encuentran otras que surgen a consecuencia de la obesidad, como es la diabetes, los trastornos del aparato locomotor (osteoartritis, degeneración de las articulaciones), y algunos cánceres (mama, ovarios, próstata y colon). El 10.5% de la población mundial (536 millones) sufre de diabetes y se estima que esto aumente al 12.2% (783 millones) en 2045.

En México, 22 de cada 100 mexicanos padecen prediabetes, la cual representa mayor riesgo de desarrollar Enfermedad Cardiovascular y suele convertirse en diabetes en pocos años. La prevalencia de diabetes subió de 16.8% (2018) a 18.3 % en 2022; lo que la hace la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en el país, pues conduce a Enfermedades Cardiovasculares, renal, ceguera y amputación de extremidades inferiores.

La hipertensión arterial (HTA) es considerada la principal causa de muerte a nivel mundial. Según la ENSANUT, la prevalencia de HTA en adultos mexicanos mayores a 20 años es de 47.8%; sin embargo, de esos, más de la mitad (65.5%) desconocen su padecimiento. En adultos con diagnóstico previo de HTA, solo el 33.7% tenía TA controlada y el resto vivían con Hipertensión o ignoraba su diagnóstico.

La enfermedad cardíaca es un término usado para describir varios problemas que pueden afectar al corazón. Si una persona padece una enfermedad cardíaca, puede tener un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, o un ritmo cardíaco anormal. La presión arterial alta, las concentraciones anormales de grasas y de glucosa en la sangre aumentan el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca.

3. Factores de Riesgo:

La causa del sobrepeso y la obesidad es principalmente, un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en carbohidratos y grasas; lo que resulta en un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.

A menudo, la adquisición de malos hábitos alimentarios e inactividad física son consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo; la falta de políticas públicas dirigidas a apoyar los sectores de salud, educación, urbanización inteligente, agricultura, transporte, medio ambiente, comercialización de alimentos, etc. En conjunto, los factores ambientales y sociales que fomentan comportamientos que conducen al sobrepeso y obesidad se denominan como el Ambiente Obesogénico.

Los factores de riesgo como la genética y ciertos trastornos hormonales, aunque importantes, no parecen ser causas significativas para los altos índices de obesidad. Sin embargo, los entornos obesogénicos, caracterizados por el acceso fácil a alimentos poco saludables y el alto impacto publicitario para el consumo, la falta de oportunidades para la actividad física y la repetición de conductas de quienes nos rodean si contribuyen significativamente al desarrollo de obesidad.

Según ENSANUT, el 50% de la población no consume verduras de manera frecuente, mientras el 20% reporta no consumir el agua recomendada. Así mismo, la población de los diferentes grupos de edad señaló tener un alto consumo de alimentos no recomendables. En cuanto a la prevalencia de inactividad física en escolares, adolescentes y adultos, se presentó un aumento del 2018 al 2022 de 82.8 al 84.5%, destacando que en México tan solo uno de cada 63 escolares cumple con las recomendaciones de realizar ejercicio.

4. Prevención y Tratamiento:

Los datos anteriores son un indicador que se requiere un enfoque preventivo para mantener la salud. Se requieren políticas públicas que refuercen las estrategias desde el sector salud, enfocadas a promover estilos de vida saludables y limitar el ambiente obesogénico que incita a conductas poco saludables.

Dichas políticas deben de limitar la comercialización de alimentos ricos en azúcar, sal y grasas, sobre todo los destinados a niños y adolescentes; garantizar la disponibilidad de opciones alimentarias saludables; apoyar la práctica de actividad física en espacios públicos, como escuelas y parques; limitar el consumo de alimentos procesados, asegurando que las opciones saludables y nutritivas estén disponibles y sean asequibles para todos los consumidores.

De manera individual, es importante educar para remover el estigma asociado a la obesidad y reconocer que la obesidad es un padecimiento incapacitante que conduce a problemas serios de salud física y mental, a una baja calidad de vida y aumenta la probabilidad de muerte prematura. Es decir, aun cuando es importante respetar y promover la auto aceptación, las personas deben aceptar el gran problema de salud que impone la obesidad.

La educación es el pilar para que las personas desarrollen los conocimientos, habilidades, actitudes y grado de autoconciencia para la toma de decisiones relacionadas con su salud. Para poder encaminar a la población en prevenir y mitigar las posibles complicaciones asociadas al sobrepeso.

Luchar contra el Ambiente Obesogénico (Imagen propia realizada con Biorender.com): La prevención y el manejo de la obesidad generalmente implican cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y actividad física regular. Es fundamental la convivencia en entornos y comunidades favorables que permitan influir en las elecciones de las personas, de modo que la opción más sencilla sea la más saludable en materia de alimentos y actividad física periódica.

Se recomienda limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares, y aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos; y realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos). Es importante que, como familia, se busque ayuda profesional de nutriólogos, médicos y psicólogos. Y de ser posible unirse a grupos de apoyo físico y emocional en la comunidad.

Para saber más:

https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2022/documentos_analiticos.php
https://es.worldobesityday.org/
https://endocrinologia.org.mx/pacientes-enfermedades-obesidad.php