Gaceta UAEH

Perspectiva musical del arte
La aventura del Arte



Colaboración de Jesús Arreguín Zozoaga, compositor
Profesor de Tiempo Completo del Instituto de Artes
Fotografía: Maestro Jesús Arreguín y Strider


Los enfoques en torno al tema del Arte son diversos, vastos y complejos, por lo que son necesarios los debates sobre el mismo, por lo que aquí sólo exponemos una perspectiva general.

Las obras o piezas producidas como actividad artística, evidentemente contienen la experiencia de vida y visión de quienes las crean -ya sean de índole emotiva, experimental o ambas- diseminadas a distintos niveles y aspectos así como de lo sutil a lo complejo, independientemente del tipo de disciplina que se trate, esto es, supeditadas al espacio como en las artes plásticas y arquitectura o al tiempo como es la música, danza, cine, entre otras.

Como la propuesta artística es un reflejo del mundo interior de quien la crea -en virtud de su postura estética, adhesiones diversas o intereses económicos-, podemos crear una idea del tipo de creador o creadora que tenemos en frente al asistir a una manifestación artística, de ahí la importancia en detenerse a observar tranquilamente y reflexionar en la obra, para poder desentrañar la intensión de quien subyace en la propuesta que experimentamos.

La obra artística puede esbozarse en términos generales como aquella expresión artística espacial o temporal, que adquiere su dimensión en función a sus propios atributos, es decir, los que la obra expresa en sí misma, sin intermediación explicativa alguna; el título o anecdotario sobre ella, es poco más que una contextualización, pero no debería significar más que lo que nos “dice” a cada quien, de ahí su valor.

El historiador de arte Arnold Hauser dice al respecto que “El arte constituye el substrato del comportamiento estético normativo sólo cuando está en conexión con la totalidad de la vida concreta, práctica e indivisible, cuando se convierte en el vehículo de la expresión y en el medio de la intuición del “hombre completo”, cuando consigue encerrar dentro de sí la suma de experiencias derivada de la práctica existencial e incorporarla a las formas homogéneas de sus representaciones”.

El Arte, además de la planeación que conlleva en la factura de su obra o propuesta, proporciona el disfrute de ella mediante el aspecto lúdico de su producción, es decir, del componente sensorial derivado de su ejercicio que nos provee de un gozo en particular.

Otra perspectiva del mismo, es del divertimento que nos aporta su manifestación cuando asistimos a ella como espectadores.

Es importante subrayar las dos condiciones de la expresión artística, la de los creadores y la de los espectadores; esta condición de roles casi es diametralmente opuesta, pues los primeros, son hacedores que plantean sus parámetros e intenciones en la obra y los segundos, los consumidores que asisten a su manifestación para "pasar un buen momento" o llevarse a casa una impresión.

En esta posición o circunstancia como público, es casi lógico suponer que la manifestación artística cumpla con ciertas expectativas, como si se tratara de una complacencia. Sin embargo, se supone que los creadores artísticos tienen sus intereses particulares y en este sentido pueden ser tan abigarrados como sencillos, por lo tanto, es una posición personal o compromiso estético el que tienen con su obra y con ellos mismos, en definitiva, pueden actuar a su voluntad si tienen la libertad de serlo.

La libertad que se supone contiene el arte, es la fuente de la imaginación que se proyecta hacia una aventura por conquistar lo deseado y encontrar lo desconocido. Esa misma aventura es la que le permite a la audiencia viajar en su imaginación y tener un atisbo a otra realidad en la que pueda comulgar su espíritu.



Sobrepeso y Salud 1

Si la obra obedece a postulados externos o solicitados, independientes a la postura personal de los creadores, podría pensarse que se trata de obra comisionada por una entidad o institución cultural con una temática específica aunque artística, no obstante, si se plantea de otra manera con algún condicionamiento social o para inducir algo sin ser necesariamente artístico, se podría argumentar que la obra tiene una función que no es únicamente la que suscita la imaginación del público, sino también, la inducción de otros intereses como los económicos, políticos y religiosos, englobados en estos, los comerciales, lo cual desvirtúa o desvía la propuesta artística.

Derivado de lo anterior, también se ha cuestionado si el arte tiene una función específica, si la tuvo, o debería tenerla.

Las manifestaciones artísticas inicialmente fueron inquietudes personales por las que se expresaban los individuos, sin embargo, conforme los distintos grupos se transformaron en una comunidad mayor, establecieron parcialmente sus normas sociales así como su pensamiento religioso, conformando una tradición.

Todo ello derivó en un fenómeno político, que con la influencia de distintos gremios ya organizados, comenzó a utilizarse para fines específicos mediante la transmisión de un tipo de pensamiento regulador en relación al mundo en que se vivía, direccionado a la consecución de ciertos objetivos o intereses con la finalidad de obtener poder.

La historia constata todo esto, desde los ritos paganos que eventualmente se transformaron en rituales religiosos y que se integraron a la idiosincrasia de las diferentes culturas, hasta la política que también es fuente de poder ideológico y económico con su expansión a lo largo del tiempo.

Pero esta función transmitida a través del arte, generó también grandes maravillas mediante el pensamiento humanista y científico como un servicio que nos ha hecho evolucionar hasta lo que somos en la actualidad.

Así como se desarrolló la humanidad en busca de respuestas, proporcionándolas, en la actualidad también las hay y se dan, únicamente que todo está revuelto y hay que poner las cosas en su lugar.

Particularmente no pienso que el arte tenga una función específica ni refiera algo concreto -aunque evidentemente en él se manifiestan las inquietudes de quien se expresa y en teoría, desea “compartir”- pues su interpretación es subjetiva y absolutamente contextual.

Su comprensión no es general, a menos de que el “mensaje” a compartir sea básico o evidente, para poderse homologar con la percepción general.

Son muchas las virtudes del Arte, pero no siempre se puede acceder a todas o tener su revelación; se puede emplear o utilizar para todo, eso siempre ha sido así, como también su reinvención o re conceptualización perenne.