Gaceta UAEH

Explorando las criaturas fantásticas y leyendas de Corea


 leyendas de Corea

Por Alejandra Zamora Canales
Fotografía: Especial


Este mes de agosto llega la 36 edición de la Feria Universitaria del Libro (FUL), organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y su Patronato. Desde la Gaceta UAEH decidimos dedicar un número especial a su programa de actividades, la temática central: ciberseguridad y al país invitado de honor: la República de Corea.

De acuerdo con la Enciclopedia de literatura popular de Corea, editada por el Museo Folclórico Nacional de Corea, la narración oral ha formado un papel fundamental en la preservación del legado cultura del pueblo coreano, debido a la carencia o limitaciones al acceso a la escritura en la antigüedad.

Su rica mitología se encuentra influenciada principalmente por el chamanismo y el folclor, busca retratar desde personajes históricos y animales convertidos en deidades; objetos inanimados que poseen habilidades místicas o formaron parte de eventos trascendentales para el país; fantasmas cuyos asuntos pendientes los encadenan al mundo terrenal; cuentos morales, de rencarnaciones, humorísticos, sobre adivinaciones o que desafían al destino; hasta narraciones que buscan dar explicación a formaciones geológicas y fenómenos naturales.

A continuación les traemos dos leyendas que se encuentran en la Enciclopedia de literatura popular de Corea.



Dangunsinhwa: El mito fundacionista


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Este mito narra la fundación de Gojoseon, el primer reino de la península coreana, y se puede encontrar en la antología “Samgungn Yusa” (Memorabilia de los Tres Reinos). La historia cuenta que un día el dios celestial Hwanin descubrió que su hijo Hwanung quería bajar de los cielos para conocer y experimentar el mundo del ser humano. El dios, tras buscar en las inmediaciones del Monte Taebaeksan, decidió otorgarle a su hijo los tres sellos celestiales (Cheonbuin) y le ordenó gobernar la tierra de los mortales.

La joven deidad bajó al plano terrenal con un séquito de 300 súbditos y dioses para hacerse cargo de los 360 oficios del mundo humano, que contemplaban la agricultura, las enfermedades, vidas, castigos, así como la noción del bien y el mal.

Durante esta época una osa y un tigre que vivían juntos en una cueva rezaban diariamente a Hwanung para que los transformara en humanos algún día. El dios escuchó sus plegarias y les otorgó un manojo de artemisa, 20 dientes de ajo y una condición, si podían permanecer por 100 días al interior de la cueva sin exponerse al sol, su deseo se haría realidad.

Solo la osa cumplió con la condición, por lo cual, se convirtió en una hermosa mujer de nombre Ungnyeo, quien rezaba cada día bajo el árbol divino para que pudiera concebir un bebé, sin embargo, nadie quería casarse con ella. Compadecido Hwanung se transformó en hombre y se casó con Ungnyeo; de su unión nació Dangun Wanggeom, padre fundador del reino de Gojoseon, del pueblo coreano y el oficiante de los rituales chamánicos, quien tras su reinado alcanzó el estatus de divinidad al convertirse en el dios ancestral, Josang, o el dios de la montaña, Sansin.

¿Pero qué sucedió con el tigre? A pesar de no convertirse en humano, este felino junto al oso son los animales más importantes en Corea. Para la gente, los tigres son animales divinos, considerados dioses o reyes de las montañas, un símbolo de sabiduría, valentía y protectora contra fuerzas malignas.



Baegilhong: Flor Roja por 100 Días


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Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, en una aldea costera se tenía la tradición de sacrificar a una mujer a Imugi, el monstruo serpiente que vivía en el mar. Sin embargo, un día apareció un héroe quien decidió tomar el lugar de la joven que sería enviada para asesinar al monstruo.

Antes de partir, el guerrero le prometió a la doncella que si cumplía con la encomienda, regresaría en un barco con una bandera. Pero en caso de perecer, la embarcación llevaría una bandera roja.

Tras 100 días, el barco del héroe regresó a la aldea costera, a lo lejos la joven pudo vislumbrar una bandera roja. Adolorida por la pérdida del hombre que la había salvado, la doncella tomó un cuchillo y acabó con su vida, sin saber que la bandera en realidad era blanca pero se había teñido de roja por la sangre del Imugi.

En su tumba comenzaron a brotar flores de un hermoso color rojizo, eran el resultado de las plegarias que brindó a los cielos durante 100 días para que el héroe regresará a salvo de su encomienda. Las flores permanecieron abiertas por 100 días, como las flores del árbol de Júpiter, y fueron nombradas Baegilhong.



El bestiario coreano


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Imagen tomada de la página https://coreanoscomsophia.blogspot.com/p/a-mitologia-coreana-coreano-sao-as.html



Entre el folclor coreano destacan ciertas criaturas fantásticas presentes en relatos, templos, murales, películas e incluso como mascotas deportivas; aparecen en múltiples narraciones como el Dokkaebi, el Gumiho, el Haechi, el Yong, los Gwishin o el Bonghwang. A continuación haremos un breve repaso por las criaturas fantásticas más emblemáticas de Corea.

Dokkaebi.- De acuerdo con la Enciclopedia de las Creencias Populares de Corea, son espíritus que usan sus poderes para burlarse o ayudar a los seres humanos, sin embargo, no son tan perspicaces. Se cree que se forman a partir de objetos viejos del hogar o manchados de sangre humana.

Suelen ser representados con cuernos, ojos saltones, una boca grande con dientes largos y afilados, cubiertos de pelo y largas garras. Se tiene la creencia de que estos “goblins coreanos” son juguetones e insisten en presentarse ante los mortales para establecer lazos con ellos, afectar su vida para bien o mal dependiendo de su comportamiento.

Gumiho.- Este ser sobrenatural se trata de un zorro de nueve colas que tiene la capacidad de transformarse en una mujer. Si bien tiene similitudes con el Huli Jing de China y el Kyūbi no kitsune de Japón, la gumiho o kumiho se encuentra ligada con los espíritus malignos, debido a que utiliza su trasmutación para seducir a los hombres, absorber su energía si quieren ascender a los cielos, o devorar sus hígados y corazones para conservar su forma humana. Se menciona que si esta criatura deja de comer humanos por mil días, o si un humano guarda su secreto por mil puede convertirse en humano.



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Cartel promocional del K-drama "My girlfriend is a Gumiho", basado en el zorro de nueve colas.



Esta criatura ha sido retomada en la cultura popular actual a través de los K-drama "My girlfriend is a Gumiho", "Tale of the Nine Tailed" y "My Roommate is a Gumiho"; en el videojuego League of Legends con la campeona Ahri, quien ocupa sus poderes para manipular las emociones de sus contrincantes antes de devorar su esencia.

Haechi.- Los antiguos guardianes de la ciudad de Hanyang, actualmente Seúl, pueden encontrarse en las entradas de los palacios. Se caracterizan por ser perros con grandes colmillos, que llevan un cuerno en la cabeza y alas en la espalda, su cuerpo está cubierto por escamas y portan un cascabel en el cuello.

En la antigüedad se creía que eran capaces de comer fuego, por ello eran los encargados de proteger las construcciones. Es un símbolo de la justicia e integridad, ya que sus ojos eran capaces de juzgar entre el bien y el mal; asimismo, se creé que previenen desastres naturales.

Yong.- Mayormente conocidos como dragones, son seres mitológicos que se asocian al agua, la agricultura, el control de las olas, el viento, así como la cantidad de peces y mariscos que eran capturados.

Físicamente guardan gran parecido a sus homónimos asiáticos con la diferencia de que pueden poseer cuatro dedos, mientras que los dragones chinos tienen cinco y los japoneses tres; a su vez, poseen una barba más larga.

El pueblo coreano consideraba que los yong provienen de los imugi, un monstruo con apariencia de serpiente que busca ascender a los cielos. Una de las leyendas más conocidas sobre esta criatura es “Munmuwang”, que narra la historia del Rey Munnu, quien tras su muerte se convirtió en un dragón para proteger al reino y durante su ascensión creó las islas en el mar del Este.



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Imagen tomada de https://coreanoscomsophia.blogspot.com/p/a-mitologia-coreana-coreano-sao-as.html.



Samjokgu y los Bulgae.- El Samjokgu es un perro negro con tres patas que posee poderes sobrenaturales, es capaz de vencer a las gumihos y a los zorros con más de mil años de edad. Mientras que los Bulgae son perros de fuego que habitaban el mundo oscuro de “Gamangnara” y son enviados a perseguir al sol y la luna, causando los eclipses cuando logran alcanzar a morder a los astros.

Samjogo.- Es un cuervo con tres patas que representaba al sol y simbolizaba el poder de la dinastía Goguryeo. Dentro de la cosmología tradicional el número de sus patas indican la luz, el sol o la energía del yang.

Gwishin.- Se tratan de los fantasmas dentro de la cultura coreana, estos seres suelen habitar casas, escuelas, cementerios, etcétera y son vengativos con los seres vivos. Existen diferentes tipos de fantasmas, por ejemplo el Mul Gwishin son almas en pena que murieron en el agua, por lo cual vagan cerca de ríos, lagos, océanos, pozos o tinas de baño; se diferencian de los otros por tener brazos extremadamente largos y siempre se encuentran mojados; suelen ahogar a las personas.



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El Cheonyeo Gwishin se trata de fantasmas de mujeres que murieron antes de casarse, por lo cual vagan vistiendo un sobok, ropa tradicional de luto, y el cabello suelto. Mientras que el Chinggak, se trata de hombres que murieron solteros; se cree que si se realiza un ritual de matrimonio entre ambos seres, alcanzaran la paz.

Jeosung Saja.- Este ser es la representación del ángel de la muerte en Corea del sur. Se caracteriza por ser un hombre con la piel extremadamente blanca que en la antigüedad vestía un hanbok y gat negros, prendas distintivas de los nobles del reino de Joseon, actualmente se le representa con un largo abrigo negro. Suelen rondar hospitales, cementerios, sitios donde ocurrieron accidentes para guiar a las almas al inframundo.

Inmyeonjo.- Se trata de una enorme ave blanca con un largo cuello, como el de un cisne o ganso, que posee la cara de un ser humano. Simbolizan la longevidad y se le considera un ave sagrada que representa la unión entre el cielo y la tierra. Las historias señalan que cuando aparecía el inmyeonjo, la paz reinaba y ambos reinos estarían conectados por mil años.