La Burocracia, el gobierno desde el escritorio

La Burocracia

Por Israel Cruz Badillo
Doctor en Ciencias Sociales, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo,
Línea de investigación en Gestión
Fotografía: Especial


Al referirnos a la palabra burocracia, visualizamos la faceta negativa del término. Nos imaginamos una “[…] administración ineficiente a causa del papeleo, [de los trámites infinitos], la rigidez, el ritualismo, la estandarización de procesos, la rutina y las formalidades superfluas” (Real Academia Española: RAE, 2013). No obstante, ésta es sólo una de muchas formas de concebir a la administración burocrática.

La Real Academia de la Lengua Española, en la vigésima segunda edición de su diccionario, define la palabra burocracia del francés bureaucratie. Se divide en Bureau “oficina, escritorio y cratie “cracia”. Es entonces, la “[…] organización regulada por normas que establecen un orden racional para distribuir y gestionar los asuntos que le son propios” (RALE, 2013).

Dicho de otra manera, podemos caracterizar a la burocracia como una organización basada en normas jurídicas (leyes, reglamentos, códigos, manuales, entre otros), jerárquica, rutinaria y estandarizada, que provoca ineficiencia en los procesos de gestión al interior de la organización, sea del ámbito público o privado.

Hablar de burocracia se relaciona, como ya se ha referido, con una administración llena de formalidades y normativas que la hacen lenta y rígida. Esta idea deformada del concepto de burocracia con un carácter despectivo dista de la idea original desarrollada por el sociólogo Alemán Max Weber en su obra publicada después de su muerte en 1922, titulada “Economía y Sociedad”. En ella se menciona elementos económicos, políticos, sociológicos y administrativos.

El elemento central para el estudio de la obra de Weber es el ejercicio del poder a través de tres formas diferentes de dominación a saber: la tradicional, la carismática y la legal. Es en la categoría de la dominación racional-legal, donde se desarrolla la propuesta de una forma de organización y de administración burocrática basada en la profesionalización, la jerarquización y las reglas.



La Burocracia 2

Bajo esta lógica, las organizaciones modernas del capitalismo del siglo XIX –como las gubernamentales y las empresariales– están diseñadas para dominar a los individuos que las integran. Abundando al respecto, De la Rosa precisa que “[…] para Weber la burocracia es el tipo técnicamente más puro de dominación legal-racional y se legitima por el hecho de ser ejercida de acuerdo con las normas o reglas racionalmente establecidas” (2007, pág. 170). El cumplimiento de estas normas o reglas se realiza a través de cuadros administrativos denominados burócratas -funcionarios públicos profesionales–.

Por lo tanto, en la burocracia gubernamental, las normas representan el eje central, porque definen y delimitan el conjunto de actividades que los cuadros administrativos o burócratas deben seguir. En este contexto, la norma presenta la pauta a seguir, las actividades rutinarias y el rol que desempeña cada servidor público dentro de las estructuras organizacionales, Estos individuos, entonces, son sometidos a desempeñar ese rol con apego estricto a la normatividad.

La burocracia weberiana determina por medio de la normatividad (las instituciones) los fines de la organización y establece los indicadores y el rumbo que las oficinas que integran la estructura organizacional deben seguir para la consecución de sus fines. Hay que hacer notar que el Bureau –la oficina– como unidad administrativa es el lugar operativo de las organizaciones, en ella se implementan, las decisiones, los planes1, los programas2 y los proyectos3.



La Burocracia 3

Cuando Weber escribía en el siglo XIX sobre la forma de dominación burocrática, omitió en su modelo los elementos psicosociales –comportamiento del ser humano en diferentes contextos sociales, como la familia, la escuela, la iglesia, entre otros– de los burócratas o personas que se encuentran en una oficina, sea ésta, gubernamental o empresarial. Esto significa que no consideró importante las relaciones y normas informales dentro de una organización.



Referencias:



De la Rosa Alburquerque, Ayuzabet (2007). “La micro, pequeña y mediana organización en la perspectiva de los Estudios Organizacionales. Una mirada al caso de una microorganización desde la óptica del poder”. Tesis de grado Doctoral. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, México.


1 Define las grandes líneas de la política, social, educativa, salud, para un territorio o sector de la población. Determina prioridades y criterios, asigna recursos según esas prioridades, define los medios para alcanzarlos y también fija los límites temporales. En otras palabras, es el parámetro técnico político que enmarca programas y proyectos.

2 Conjunto organizado, coherente e integrado de actividades que concretan los objetivos de la política social en una determinada realidad y para un tiempo más acotado.

3 Se refiere a una intervención concreta e individualizada para llevar a la práctica acciones previstas en los programas. Supone una estructura de actuación vinculada directamente con el medio sobre el que se va a actuar y busca incidir y selectivamente en necesidades concretaras para dar una respuesta satisfactoria.