La Chancha, símbolo estudiantil del siglo XX en la UAEH

Inicia semestre 2023

Por Carlos Fernando Sánchez Ruiz
Fotografías: Comunicación Social y Archivo General


La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo es la institución de enseñanza más antigua de esta entidad, en donde sus antecedentes históricos remontan en el año de 1869. A lo largo de la existencia de esta universidad, se ha contado con diversos inmuebles emblemáticos, uno de ellos es el Edificio Central, que entre sus paredes resguarda historias, recuerdos y sucesos históricos que han marcado el paso del hombre sobre la faz de la Tierra.

El inmueble, situado en la calle Abasolo No. 600, en el centro de Pachuca de Soto, Hidalgo, antiguamente era el Hospital de San Juan de Dios y la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, construida por los Frailes Juaninos en el año de 1725. Entre sus pasillos atendían alrededor de 262 pacientes con diversas enfermedades, demanda de todo el distrito minero. Cabe destacar que cerró sus puertas en el año 1836 debido a que la Constitución de Cádiz demandó la prohibición a órdenes religiosas de otorgar servicios médicos.



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De igual forma, entre el año 1864 y 1867, durante el Imperio de Maximiliano de Habsburgo en México, estas instalaciones fueron ocupadas como cuartel de las fuerzas invasoras francesas, austriacas y belgas. Pero tras su caída y posterior a la creación del estado de Hidalgo, en 1869 se dispuso el edificio para la enseñanza, ocupado por las primeras generaciones del Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios, primer antecesor de la UAEH.

Durante su vida universitaria, el ahora Centro Cultural Universitario “La Garza” ha sido testigo de vestigios hallados en las distintas excavaciones realizadas, en donde se asegura que antes de haber sido un hospital, una capilla, un cuartel de fuerzas invasoras y de lo que es hoy en día, fue un centro de adoración prehispánico. 




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De acuerdo con los registros del Archivo General de nuestra Universidad, en 1924, Carlos Mateos y Emilio San Vicente, alumnos del Instituto Literario localizaron enterrada una deidad de piedra volcánica color grisáceo con una altura de 53.3 centímetros, 22 centímetros de ancho y 12 centímetros de espesor, reconocida como Chicomecóatl: diosa del maíz, cuyo nombre en lengua náhuatl significa “Siete Serpiente”, era considera como la encarnación de la planta madura y estaba ligada a la fertilidad necesaria para el cultivo del maíz. Encontrada hincada y con las manos sobre los muslos, ostenta el amacalli, tocado rectangular característico de esta deidad, que en náhuatl quiere decir “casa de papel de amate”.


Los institutenses y universitarios adoptaron a la figura como un tótem, símbolo de identidad, veneración de la vida y de las fiestas estudiantiles. La bautizaron con el nombre de “Chancha” -que en aquellos tiempos querría decir “gordita” o “regordeta”-, además, fue adorada por los “perros” -nombre que se daba a los alumnos novatos, hasta 1975- y presidió durante aquellos años el llamado Desfile del “perro”.



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Pero, ¿de qué trataba el Desfile del “perro”? Desde la década de 1940 hasta mediados de los años de 1970, las y los institutenses y luego los universitarios, veneraban a la Chancha como un símbolo de identidad estudiantil y como parte de las actividades de la Semana del Estudiante, en donde el alumnado de primer semestre se formaba en dos filas en las escalinatas del edificio central para adorarla, que subía y bajaba cargada por algún estudiante de ese rango.


Después de unas horas de adoración, iniciaba el Desfile del perro por las principales calles del centro histórico, encabezado por la reina de las fiestas estudiantiles y sus princesas, el rey feo, -elegido por los alumnos de grados superiores- y sus lacayos, acompañados de carros alegóricos y comparsas con disfraces de ingeniosos diseños y, finalmente, los “perros”, con la ropa hecha trizas y pintados con grasa de zapatos.


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Terminando el desfile se hacía un festín con el baño en alguna fuente pública y terminaba en el Edificio Central, haciendo la entrega de Chancha en manos del director, quien la resguardaba hasta el siguiente año. Después del desfile, los “perros” dejaban de serlo y se convertían en “gatos”.


Música con artistas de renombre, tardeadas, desfiles, adoraciones, bailes, concursos y tamaladas es lo que se realizaba en la Semana del Estudiante, en donde todo era diversión para las y los institutenses y universitarios.


Actualmente, a la “Chancha” la podemos encontrar en la exposición “Deidades Aztecas del maíz”, localizada en el acceso a la Sala “J. Pilar Licona Olvera” del Centro Cultural Universitario “La Garza”.



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