Valorar el papel del investigador en la sociedad: nuevo reto

Valorar el papel del investigador

Por Nelly Téllez
Fotografía: Carlos Sánchez


La misión de quien se dedica a la investigación científica es generar nuevos conocimientos, explicar lo desconocido, dar respuesta a aquellos problemas que aquejan a la sociedad actual con el fin último de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas, generar adaptabilidad, así como fomentar y encaminar a las nuevas generaciones a sumarse al camino de la investigación.

Para ello, se deben poseer determinadas cualidades para desarrollar estos trabajos como tener pasión, curiosidad, perseverancia, ingenio, por mencionar algunas, pero todo ello, debe apegarse al rigor metodológico porque de lo contrario, no podrán ser validados los estudios. Sin embargo, cuando se decide integrarse a esta carrera científica hay obstáculos, pues hay un costo que se debe cubrir por dedicarse a buscar satisfacer una pregunta, duda o dificultad.

Con el paso del tiempo, se puede observar que producir nuevo conocimiento también implica sacrificios en esta tarea de mantener determinada productividad dentro de la literatura científica, porque hay que mantenerse debidamente informado y actualizado sobre lo que ocurre en la rama y con los pares tanto a nivel local y nacional como internacional, dominar otro idioma, acudir a congresos, viajar y hacer reuniones. En palabras de la gran mayoría de las personas que están inmersas en este ambiente advierten que las satisfacciones profesionales son muchas, pero en ocasiones esto repercute en la vida personal.

Es por ello que en esta edición, hablaremos de Aurelio Ramírez Bautista, profesor investigador del Área Académica de Biología del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quien en diciembre pasado fue distinguido por el Consejo General del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como Investigador Nacional Emérito.



Aurelio Ramírez Bautista es el primer investigador de la UAEH en recibir el máximo reconocimiento a la labor científica.



El investigador Garza explicó que este es un reconocimiento que se hace a la labor académica, docente y profesional de quienes tienen al menos 30 años consecutivos, pero en su caso, lleva más de 35 años dedicados a indagar sobre anfibios y reptiles, su gran pasión, pero también sobre el medio ambiente, el cambio climático y cómo estas alteraciones están afectando a los ecosistemas en los que viven.

Con gran orgullo destacó que en esta trayectoria científica de más de tres décadas cuenta en su historial con más de 300 publicaciones, de las cuales, más del 50% de ellas fueron supervisadas bajo estándares internacionales rigurosos, pues para que estos escritos puedan ver la luz, en una revista científica extranjera, es necesario que esa aportación cumpla con determinados requisitos. En este universo de publicaciones, cuenta con 14 libros y el resto son artículos de divulgación o capítulos de libros.



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No pasa desapercibido que a lo largo de estos años ha formado a más de un centenar de profesionistas tanto en licenciatura como en maestría y doctorado, donde incluso, destacó que tuvo el gran honor de contribuir a la formación de investigadores que al día de hoy ya son investigadores que están dentro del SNI en el nivel dos. Esto lo motiva y le dice que va por el camino correcto en su tarea de despertar pasiones entre las generaciones más jóvenes a fin de que deseen continuar formándose.



Recibir esta distinción vitalicia no significa una jubilación.



Afirmó que este reconocimiento que se le ha hecho de forma definitiva no se traduce como la culminación de su quehacer científico, pues aun a sus 73 años de edad, tiene el firme deseo de continuar trabajando en las líneas de investigación para posicionarlas y lograr que estas continúen, aunque ya no esté dentro del laboratorio guiando a las y los nuevos científicos. Aunque le gustaría hacerlo en un ritmo más holgado para disfrutar estos momentos de manera más tranquila.

Ramírez Bautista señaló que si bien, está feliz y orgulloso por obtener esta distinción, lamenta tener que haber hecho muchos sacrificios a nivel personal pues destacó “llegar a esta etapa, no es de color de rosa, dedicamos tiempo completo. No tenemos fines de semana, no tenemos fiestas o cumpleaños. Afortunadamente tengo a mi papá de 98 años de edad, pero a veces en sus cumpleaños no he podido estar. (Ser investigador) es un beneficio, pero hay costos que tenemos que pagar y hemos pagado muy fuerte”.

Por ello aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a todos los sectores y a la sociedad en general a valorar los esfuerzos que hacen quienes se dedican a la ciencia, a que reconozcan su papel para el desarrollo y a seguir apoyando estos trabajos.

Pues hay que recordar, que tras la pandemia por COVID-19, la comunidad científica puso a prueba su capacidad de reacción, para que en tiempo récord y en equipo, se estudiara el virus para diseñar una vacuna a fin de hacerle frente a esta emergencia sanitaria.



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