Por una cultura de la prevención ante sismos

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Por Nelly Téllez
Fotografía: Emmanuel Chang, Alejandra Zamora y Jessica Jaqueline Flores


El pasado 19 de septiembre, el gobierno federal convocó a participar en el Simulacro Nacional en punto de las 12:19 horas para realizar un ejercicio de evacuación simultánea en diferentes inmuebles y regiones del país bajo la hipótesis de un sismo con una magnitud de 8.1, localizado en las costas de Michoacán y Guerrero. El gran objetivo fue forjar una verdadera cultura de la prevención, actividad a la que la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) se sumó para dar a conocer entre su comunidad los pasos a seguir ante una emergencia de este tipo.

Sin embargo, minutos después de este ejercicio preventivo y formativo, como si de una mala broma se tratara, entre lo increíble y lo inverosímil, se presentó un sismo de magnitud 7.7 con epicentro en las costas de Michoacán, por Coalcomán.

Por lo que ante esta situación, no es para menos que se genere esta incertidumbre y hasta un temor supersticioso en este mes, porque ¿cuáles son las probabilidades de que se pueda registrar un sismo con magnitudes similares, en la misma fecha, pero en diferentes años?



Los sismos no son ni pronosticables ni predecibles

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De acuerdo al Servicio Sismológico Nacional (SSN), perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su más reciente comunicado con fecha del 24 de septiembre de 2022 se puede leer textualmente, “A pesar de múltiples estudios y esfuerzos, hoy en día no existe ningún método que pueda predecir cuándo, dónde y de qué magnitud será el próximo sismo”. Es decir, pese a los grandes avances de la ciencia, el grupo de expertos que se dedican a estudiar y monitorear este tipo de fenómenos reconocen que aún hay situaciones que están fuera de sus manos, porque no hay una técnica ni metodología precisa que les permita predecir con algún grado de confiabilidad la ocurrencia de estos movimientos telúricos para tomar las previsiones necesarias. Por otro lado, septiembre no es fatídico ni el lapso en el que los temblores son más probables, lo que pasa es que México está situado en una región tectónica activa donde las placas interactúan entre sí, lo que produce que se presente con mayor regularidad la actividad sismológica. Pero esta idea de que en septiembre las entrañas de México se sacuden, se debe a la huella indeleble de los sismos ocurridos en 1985 y 2017, hace 37 y 5 años, en los que la magnitud fue de 8.1 y 7.1, respectivamente.



En cualquier momento puede temblar, por ello es necesario la prevención

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Debido a este panorama, y a que se han reanudado las actividades presenciales luego de dos años en que se pausaron a causa de la pandemia generada por COVID-19 en las que muchas personas de la comunidad universitaria son de nuevo ingreso, para esta casa de estudios fue de suma importancia dar a conocer qué se tiene que hacer ante una eventualidad de esta naturaleza, así como los lugares en los que es más seguro resguardarse para preservar la vida, pues ante este tipo de eventos naturales, los segundos son valiosos. En este sentido, hay que referir que la Autónoma de Hidalgo asume con mucha responsabilidad el contar con medidas de prevención para que todas las personas que forman parte de la comunidad Garza estén debidamente informadas, por ello cuenta con un Plan de Contingencia Institucional diseñado para propiciar una actuación oportuna y efectiva ante las emergencias con el objeto de minimizar sus efectos. El personal operativo de Protección Civil Universitaria actúa bajo un principio de cuidadosa organización y el personal se apega a los protocolos, pues ante una emergencia real se debe tener el temple para controlar la situación y saber guiar oportunamente a las personas que se están evacuando.



Evaluar para corregir, el fin último de los simulacros

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Si bien, este tipo de actividades permiten informar y fomentar la cultura de la prevención con motivo de las heridas del pasado, también sirven para detectar las áreas de oportunidad en las que se debe mejorar o incluso de realizar ajustes oportunos a las estrategias.

Cabe mencionar que el personal de Protección Civil Universitaria destacó que durante el simulacro del pasado 19 de septiembre, las personas de la comunidad de esta casa de estudios fueron participativas y acataron las órdenes.

Durante el sismo real se pudo observar una mejor organización para auxiliarse entre ellos mismos, agilizaron la salida sin ponerse en riesgo, por lo que ante este tipo de situaciones es cuando se refrenda el compromiso de continuar realizando simulacros de forma periódica para que las personas estén conscientes de los riesgos, pero también puedan tener un cuidado consigo mismos y con las personas de su alrededor.



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