Elijo Ser Garza
Creación de videojuegos como expresión artística

El Instituto de Artes (IA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) es reconocido por sus egresadas y egresados que se desempeñan en los diferentes campos artísticos, como lo es la actuación, la música, la danza, la ilustración y más. Para esta edición de Gaceta UAEH, en la sección “Elijo Ser Garza” hemos entrevistado a Gustavo Oribe Mendieta, un ex alumno de la Licenciatura en Artes Visuales que ahora se desempeña en el mismo plantel del que egresó como profesor de Medios y Soportes Digitales para las Artes.

Oribe Mendieta, además de ser catedrático de la Universidad, ha sido reconocido por sus proyectos relacionados a la creación artística de videojuegos basados en cómics nacionales. “Como medio expresivo e interactivo, las capacidades visuales, técnicas y las plataformas donde se pueden construir (los videojuegos) me parecen sumamente interesantes”, comentó sobre su proceso de creación.

A través de la conversación, el docente universitario nos contó la relación que existe entre el arte y los videojuegos, tomando como referencia un videojuego experimental que realizó hace unos años. “Hablaba de ciertas inquietudes personales que yo tenía, como toda obra de arte lo requiere”, dijo y agregó, “solo que cuando hablamos de una obra de arte quizá pensamos en ciertos patrones o límites más específicos”.

Además, el entrevistado nos contó cómo fue su experiencia como parte de la primera generación de la Licenciatura en Artes Visuales, los proyectos más destacados en su carrera, cómo es su vida laboral como egresado Garza, el futuro de su carrera, consejos para futuros estudiantes de la licenciatura y más.

¿Cómo fue que te interesaste por la Licenciatura en Artes Visuales?

Yo estudié en la UAEH desde la Escuela Preparatoria Número Cuatro y, en aquel entonces, se tenía que llevar una actividad cultural o deportiva, y yo siempre había querido tomar talleres de dibujo y pintura, pero en la primaria y secundaria no había tenido la opción y ya que llegué a la Prepa pude tomar clase con el profesor Gabriel Téllez, que era uno de los profesores que también se encontraba en el Centro Cultural. Entonces tomé el taller los tres años de preparatoria, sólo se tenía que llevar cuatro semestres, pero me gustó y decidí tomarlo los seis semestres, así que ese profesor fue el que me dijo que se abriría la Licenciatura en Artes Visuales; estamos hablando que esto fue en el año 2002, así que me decidí en hacer el papeleo, la solicitud, el examen y entré, quedando en la primera generación de la Licenciatura. Así que fue por eso, por el profesor Gabriel Téllez que me dijo que se notaba que esto era lo que quería hacer, diciéndome que me podría ayudar mucho en mi proceso creativo, personal y profesional.

¿Cómo fue que elegiste ser Garza y cómo describirías esta experiencia?

Realmente lo elegí por cuestiones geográficas y económicas. La verdad en aquel entonces no estaba tan avispado en esas cuestiones y nunca me pasó por la mente que podría irme a vivir y estudiar a otro lado, considerando que la Licenciatura en Artes también se encuentra en otras instituciones, como la UNAM. Entonces, por eso pensé que si en la Universidad en la que estaba y ya llevaba tres años estudiando la prepa podría entrar en una nueva Licenciatura en Artes.

Fue una experiencia muy curiosa porque siendo la primera generación en el Instituto de Artes mucho de eso fue prueba y error; los profesores tampoco tenían mucha experiencia dando clases, no tenía mucho que habían egresado de la licenciatura, por lo que fuimos creciendo un poco a la par profesores y alumnos, dándole forma a lo que se fue constituyendo en el instituto, con las carencias técnicas, económicas y de infraestructura.

Sin embargo, creo que ayudó mucho para canalizar la creatividad de parte de todos, para que fuera una experiencia bastante interesante y de la que no me arrepiento en lo absoluto, pues ahí me formé profesionalmente y me gustó mucho.

Ahora que has egresado, ¿qué es lo que más destacas de tu formación?

Viéndolo desde el punto de vista de la carrera, es decir, los cuatro años que estudié en el instituto es lo mismo que comentaba en la anterior respuesta: las carencias de la licenciatura que apenas se iba formando nos hicieron ser mucho más creativos en muchos aspectos y, de alguna manera, teníamos un trato más directo con los profesores porque éramos la primera generación, entonces era una cuestión muy recíproca.

Eso es lo que más me gustó y claro, con el paso de los años, que ya se llevó un proceso más continuo de ingreso y egreso. También el Instituto ha crecido mucho, quizá es algo un poco más monótono a diferencia de nosotros que estábamos abriendo terreno nuevo.

¿Cómo presentarías la Licenciatura en Artes Visuales a las generaciones futuras que entrarán a la Universidad?

Si bien no es una carrera tan conocida, siempre habrá quien tenga esa espinita por estudiar artes, por estudiar algo más creativo, propositivo o más lírico, acaso. Finalmente, lo que yo les diría a las nuevas generaciones es que les den una oportunidad a los que tengan esa curiosidad de estudiar artes.

Por su puesto que existen los tabús y los conflictos de qué se puede hacer estudiando artes, y la verdad se pueden hacer muchísimas cosas, casi todos los quehaceres se pueden nutrir de la comunicación visual y de la sensibilidad que pueden proveer las artes.

Quizá no todos vamos a vivir de estar exponiendo o vendiendo en galerías, pero eso no significa que no apliquemos todo ese conocimiento en un sinfín de áreas, como la difusión cultural, museografía, diseño, comunicación visual, etcétera.

Creo que lo importante también es que sepan que es trabajo difícil, que hay que estar trabajando como en cualquier otra y que es ahí donde se ve quien va a trascender en ese aspecto. Siempre se ha hablado, cuando se refiere al arte, del talento innato, pero es trabajo e interés, porque si tienes interés en hacer las cosas vas a trabajar duro y vas a crear talento que solamente es experiencia.

¿Cómo ha sido tu vida laboral desde que egresaste de la Licenciatura en Artes Visuales?

Sí ha sido fluctuante, no lo voy a negar, no tanto porque no haya opciones de trabajo, sino porque a veces no tienes el perfil exacto que algunas personas quieren.

Que no haya habido trabajo no me ha pasado, desde que egresé estuve dando clases de animación, luego quise entrar en la industria de la comunicación haciendo diseños para unas revistas, quise entrar en desarrollo y diseño de videojuegos, en postproducción en el área de televisión, pero después regresé a otra escuela y también me he dedicado a hacer mis proyectos personales, con los cuales he tenido cierta notoriedad del área de los medios multimedia aquí en México.

¿Cómo definirías ser universitario, ahora desde la perspectiva de catedrático?

Finalmente, el ser universitario es siempre ser una joven persona que está buscando conocimiento y que está en una etapa de su vida en la que lo que va a hacer es eso: nutrirse de todo tipo de conocimiento formal o informal que le llega a su vida, en el aula, con amigos, con la familia; empiezas a hacerte de un gran bagaje que va a definir realmente cómo eres a futuro.

Viéndolo ahora que soy catedrático, eso era algo que yo no quería hacer, por eso estuve buscando varias opciones, y ahora que ya llevo buen rato de egresado, creo que ya tengo más experiencia y ya tendría algo de sentido que les comparta algo de lo que se hacer, porque me ha costado hacerme de ese conocimiento y ya está más completo. Entonces, en ese sentido me siento más cómodo como catedrático porque ya tengo más experiencia allá afuera.

¿Cuáles han sido tus proyectos profesionales más desacatos en tu carrera?

Cuando estaba estudiado la licenciatura tuve dos proyectos que me parecieron destacados. El primero fue la creación de un videojuego, donde participaron varios de mis compañeros y profesores de la carrera; fue un proyecto de multimedia que nació precisamente de las carencias que comentaba.

Por parte del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo hice otro proyecto de multimedia que salió justo cuando acabé la licenciatura, ese mismo año a los dos meses de haber egresado y sirvió para ir encaminando mucho de mi trabajo más hacía las cuestiones de multimedios, cuestiones interactivas y arte digital.

Ya con el paso de los años, no he trabajado directamente en cuestiones relacionadas con proyectos que verías directamente en una galería, pero no significa que he dejado de producir, me he dedicado, por ejemplo, a producir videojuegos y yo los veo como mis obras, que claro, no se exponen en galerías, pero todas las experiencias técnicas y teóricas que aprendí en la licenciatura están todas ahí plasmadas en esos proyectos y que han tenido mucho que ver con la narrativa mexicana, el cómica nacional y de alguna manera han tenido un vínculo con la difusión cultural.

¿Qué premios o reconocimientos has recibido en tu trayectoria como profesionista?

Dos veces tuve la beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes en el desarrollo de productos multimedia, alguna vez me seleccionaron para que uno de mis trabajos estuviera en la Muestra de Arte Joven, que fue a darle la vuelta al país, me invitado a participar en una muestra de artistas por los 200 años del inicio de la Guerra de Independencia.

Con otros proyectos quizá más comerciales, hace un par de años recibí un premio en el Festival de Animación Pixelatl, que se lleva a cabo en Cuernavaca, por un proyecto de un videojuego que se llama “Combate Monero”, que es un videojuego donde se reúnen varios personajes del cómic mexicano en un solo título.

Gustavo Oribe Mendieta trabaja en conjunto con el ilustrador y narrador gráfico Yair Pérez Trujillo, para realizar el videojuego del comic “Koatl, El Defensor”.

¿Qué proyectos te gustaría sumar a tu carrera profesional?

Yo quiero seguir haciendo videojuegos, como medio expresivo e interactivo las capacidades visuales, técnicas y las plataformas donde se pueden construir me parecen sumamente interesantes y yo quisiera seguir en ese camino.

Me gustaría hacer tanto cuestiones comerciales, como empezar a hibridarlos con cuestiones más experimentales. De hecho, uno de mis últimos proyectos que expuse en 2013 me gustó muchísimo porque era eso, el proyecto de un videojuego muy experimental en el que hablaba de ciertas inquietudes personales que yo tenía, como toda obra de arte lo requiere, solo que cuando hablamos de una obra de arte quizá pensamos en ciertos patrones o límites más específicos.

Finalmente, me gustaría decir que los alumnos utilicen todo lo que tengan a la mano, lo que les genere inquietudes, lo que gusten, ya que hoy en día tenemos una relación más directa con medios informáticos, medios masivos y tecnológicos, y se pueden hacer muchísimas cosas interesantes. Aunque no tengan una computadora diseñada específicamente para desarrollo y demás, incluso con aplicaciones de celular se pueden hacer cosas muy interesantes.

Entonces eso es lo que me gustaría comentar, que se busquen las posibilidades de cada medio y se pongan a producir sin miedo a equivocarse, ya que así tendrá experiencia para hacer más.