Luciérnaga
Trabajo social ¿hace investigación científica?

Luciérnaga

Por Doctor Raúl García García
Colaboración de la Dirección de Divulgación de la Ciencia
Fotografía: Cortesía del investigador y Especial


La Licenciatura de Trabajo Social es concebida, generalmente, como una profesión totalmente técnica y de aplicación directa, sin mediar la investigación científica. Y eso es falso, porque en esta disciplina también se genera nuevo conocimiento y cuando se forma a sus estudiantes con esta solidez, no solo se logra a un profesional que puede trabajar con la realidad social, sino que tendrá una postura analítica y crítica de esa realidad, y hasta una actitud propositiva para proponer procesos que permitan modificar ese contexto.

Mi intención es desmontar esa idea con algunos datos. Comienzo por informales que la importancia de la investigación en Trabajo Social, tanto como disciplina y como profesión, nació a principios del siglo pasado, impulsada principalmente por Mary E. Richmond, con su obra “Diagnostico social” en 1917.

Tiene como objeto de estudio los problemas y/o conflictos sociales, los cuales son tan vastos y complejos como el mismo ser humano; por ello, en su ejercicio profesional realiza una intervención con intención de desencadenar un cambio social. Claro, no debemos perder de vista que esto dependerá no solo del contexto histórico social sino también del sujeto con quien se trabaja.



El Trabajo Social aborda la realidad


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Para abonar más a este tema, la asistente social y maestra en sociología brasileña, Marilda Iamamoto, señala que Trabajo Social es una profesión que realiza procesos de intervención, para lo cual utiliza conocimientos de otras ciencias, pero es inevitable que requiere de producir sus propios saberes.

Por su parte, la argentina y doctora en Trabajo social, Margarita Rozas, anota que el objeto de intervención se construye de la vida cotidiana de los sujetos, los cuales tienen demandas y carencias que pueden llegar a las instituciones para ser atendidas. En tanto que la investigadora argentina Nora Aquín refiere que la construcción del campo disciplinar requiere de procesos de investigación fundados en teorías asociadas a los objetos con los que interviene.

El Trabajo Social también estudia la realidad para entenderla y, a partir de ello, proponer estrategias de intervención, por lo tanto, estos procesos de investigación-acción los realiza junto con las personas involucradas, con la intención de generar cambios sociales. En este sentido es que se ha dedicado casi únicamente a la intervención social dejando de lado la reflexión sobre su especificidad profesional y la generación de teoría propia.

Con todo lo anterior podemos afirmar que Trabajo Social debe abordar la realidad desde diversas perspectivas teóricas, epistemológicas y metodológicas para así comprender y explicar los hechos sociales. Se deben realizar investigaciones con sólidos sustentos teóricos y metodológicos para construir diagnósticos sociales y, por ende, realizar mejores procesos de intervención. Esto significa que desde la disciplina se deben realizar investigaciones de largo alcance para explicar y comprender los problemas y conflictos sociales, pero con una base epistemológica propia.



Productos científicos desde el ICSHu


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Para comprender mejor, les comparto que desde el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), por medio del Cuerpo Académico de Estudios en Trabajo Social que fomenta la línea de investigación “Desarrollo social y calidad de vida”, hemos desarrollado las siguientes investigaciones:

En la obra “Trabajo social y epistemología” (2014) se reflexiona acerca de la labor del trabajador social, el cual debe superar la concepción de que es una profesión eminentemente práctica sin que tenga que ver la reflexión profunda en ello. En el libro “Problemas y necesidades sociales, una mirada desde el trabajo social” (2015) hacemos hincapié en el estudio de conflictos sociales, así como en los procesos de intervención en los mismos, por lo que se aportan elementos de discusión entre el trabajo social y otras disciplinas para la formación de proyectos de investigación acuciosos y generación de diagnósticos sociales para establecer propuestas de intervención.

Por otra parte, en el libro “Pobreza alimentaria y política social en México” (2020) planteamos el análisis interdisciplinario de la pobreza en el país a partir de criterios metodológicos para formular diagnósticos certeros que permitan generar proceso de intervención de nivel micro social, así como la importancia de generar políticas sociales que contribuyan al empoderamiento de la población y superar el carácter asistencialista de los programas y proyectos sociales.

En la obra “Trabajo social y cambio social: propuestas teórico – metodológicas”, editado por la UNAM, se contribuyó con el capítulo “Redes comunitarias y prevención del delito, una experiencia teórica–practica”, en el cual se explica un proceso de promoción comunitaria con grupos de base como una forma de acción colectiva, donde se constituyen vínculos e intercambios de recursos a partir de procesos de planeación participativa para lograr la implementación de estrategias que permitan la prevención del delito y el fortalecimiento del tejido social.

Como consideraciones finales tenemos que trabajo social debe reconstruir sus procesos de investigación social a partir de sólidos posicionamientos teóricos, epistemológicos y metodológicos. Debe reflexionar acerca de la importancia de formación en la investigacion en los espacios educativos con el fin de impulsar el conocimiento científico de la disciplina, así como en el estudio de conflictos sociales para una intervención precisa.

Trabajo Social es una profesión que debe estar en contacto con la realidad social de manera más directa que cualquier otra, sin perder de vista la importancia de la teoría aplicada en la práctica, a menos que consideren que la práctica no necesita de la teoría.

Esto implica reconfigurar los programas de formación profesional del trabajador o trabajadora social para lograr profesionales con un alto nivel de análisis, críticos de la realidad pero principalmente propositivos. Para lograrlo se pueda hacer mediante la sistematización de experiencias profesionales, otra desde la academia mediante el perfeccionamiento de las líneas de investigación o haciendo investigación desde y para trabajo social. Lo que implica no solo deconstruir la disciplina sino la profesión misma con una intervención científica desde lo social.



¿Quién es…?


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Raúl García García es licencia en Trabajo Social por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), maestro en Ciencias de la Educación y doctor en Ciencias Sociales, ambos posgrados por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH); donde es profesor investigador y Jefe en el área académica de Trabajo Social, dentro del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu).

Es coautor en siete libros, el título más reciente es Pobreza alimentaria y política social en México, un análisis interdisciplinario publicado en 2020. Además de ser autor de 18 capítulos de libro.

Es miembro fundador y en activo de la Red de Investigación Académica sobre Trabajo Social: formación y actualización profesional (RIATS - UNAM); así como de la Académica Nacional de Investigación en Trabajo Social (ACANITS).