La variante Ómicron

Importancia de las vacunas y pruebas de COVID

Por Alejandra Zamora Canales
Fotografía: Especial


Los virus cambian con el paso del tiempo, algunas modificaciones pueden facilitar su propagación, aumentar la gravedad de la enfermedad asociada o evadir la eficacia de las vacunas desarrolladas para contrarrestarlos.

En el caso del SARS-CoV-2 causante de la enfermedad COVID-19, se han presentado variantes de preocupación durante los dos años de pandemia, entre las cuales destacan B.1.1.7, denominada Alpha, y cuyas primeras muestras fueron documentadas en septiembre de 2020 en Reino Unido; B.1.351, también conocida como Beta y detectada en mayo de 2020 en Sudáfrica; P.1, nombrada como Gamma y hallada en Brasil durante noviembre de 2020; B.1.617.2, bajo el nombre Delta, fue hallada en octubre de 2020 en India; mientras que la B.1.1.529, mejor conocida bajo el nombre de Ómicron, fue notificada por primera vez a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 24 de noviembre de 2021 en varios países.

Desde la detección de la variante y tras el relajamiento de las medidas de distanciamiento social, los casos de infección fueron en aumento, se hallaron pruebas de reinfección en la población o infección en las personas inmunizadas.

¿Cuáles son las mutaciones que han provocado el alza de los casos? y ¿qué acciones se deberán implementar para bajar los contagios? Para resolver estas dudas, en la Gaceta UAEH del mes de febrero consultamos al doctor Juan Francisco Martínez Campos, subjefe académico del Área Académica de Medicina en nuestra alma máter y vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública.



Transmisibilidad

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Los epidemiólogos utilizan diferentes factores, métricas y términos para conocer el comportamiento de un virus en el entorno y determinar las acciones que deberán aplicarse en la población para el control del mismo.

Entre los términos que se ocupan se encuentra el R0, es decir, el número de reproducción básico, con el cual se estima la velocidad con que una enfermedad puede propagarse en una población.

De acuerdo con Martínez Campos, la variante Delta que se presentó en diciembre de 2020 y enero de 2021 tenía una transmisión alta debido a un cambio en el R0, derivando en que por cada persona portadora o caso confirmado podría infectar a siete más en promedio.

. “Esta última (Ómicron) es una variante con mayor transmisibilidad al tener un R0 de hasta 10 personas por cada caso confirmado… la misma velocidad de transmisión que tenía el Sarampión es la que tenemos ahora”, declaró.

El también epidemiólogo resaltó que una de las hipótesis más fuertes apuntan a 30 mutaciones en la proteína del spike, las cuales se dieron al infectar a personas inmunocomprometidas y tras pasar un largo tiempo dentro del huésped se combinó con otro coronavirus humano denominado 229 E, el cual es responsable del resfriado común, obteniendo así una nueva descendencia que es más transmisible. Sin embargo, la inmunización preexistente ha permitido que no se desarrollen los casos graves de COVID-19.



Letalidad

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La doctora Annalisa Silvestri durante la pandemia de covid-19 2020 en Italia. Tomada por Alberto Gualini.
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Covid-19_San_Salvatore_09.jpg.



Si bien en muchas partes del mundo hay un desacoplamiento de letalidad contra el número de casos, no se debe de tomar a la ligera los fallecimientos que se presentan.

De acuerdo con Juan Francisco Martínez Campos, en México las estadísticas revelaron que a nivel nacional el nueve por ciento de la población falleció por COVID-19, mientras que en Hidalgo la cifra aumentó hasta el 14 por ciento, en comparación con el tres por ciento a nivel mundial.

Tan solo en el mes de enero se registraron 92 decesos a causa del COVID-19, mientras que tras casi dos años de pandemia se tiene un total de siete mil 871 muertes en la entidad, siendo el municipio de Pachuca de Soto el primer lugar en defunciones con mil 329, seguido de Tulancingo con 572 y Mineral de la Reforma con 505.

Por otra parte, estudios internacionales como el informe del Imperial College de Londres arrojaron que las personas infectadas con Ómicron tienen menos probabilidades de requerir hospitalización, debido a la inmunidad preexistente por infecciones previas o la aplicación de vacunas.

Al poseer un esquema de vacunación completo reduce del 50 al 80 por ciento los síntomas principales y disminuye el tiempo de hospitalización; sin embargo, en México los sistemas de salud se encuentran en una encrucijada al enfrentarse a un cambio de administración, régimen e ideología que no ha podido dar solución a la problemática de la pandemia de COVID-19.

“El país está arrastrando desde hace años problemas con los sistemas de salud, es un sistema que ha sido incompetente durante décadas… ¿Qué va a pasar? pues en determinado momento es tan alta la tasa de transmisión y de casos… que si seguimos a este ritmo vamos a regresar al escenario de diciembre pasado”, declaró Martínez Campos.



No será la última variante

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Ante las suposiciones del fin de la pandemia debido a la variante Ómicron, el doctor Juan Francisco Martínez Campos aclara que pueden surgir nuevas variantes con una letalidad más alta si no se llevan a cabo las acciones pertinentes.

Para evitar el aumento exponencial de casos es necesario continuar con las medidas sanitarias establecidas anteriormente, el uso de cubrebocas, la ventilación constante de espacios cerrados, evitar las aglomeraciones, mantener la sana distancia, etcétera; pero sobre todo aumentar la tasa de vacunación durante los próximos seis meses, señaló el subjefe académico.

De igual forma, enfatizó que las cifras de transmisión comunitaria son las más altas de toda la pandemia, sin embargo, las hospitalizaciones serán en gran medida para quienes no se han vacunado o se encuentran inmunocomprometidas.

“Ómicron no es una gripa menor, sigue produciendo COVID-19, no debemos menospreciarlo”, recalcó.

Martínez Campos hace un llamado a la población joven a reflexionar y tomar conciencia sobre la gravedad de la pandemia de COVID-19, la cual considera como el mayor problema de salud al que se ha enfrentado la humanidad en este siglo XXI y que lo más probable es que no será la última que van a vivir.

“Se necesita solidaridad, conciencia y ser responsable…dejar de pensar que al hacer cosas osadas están retando a alguien, cuando en realidad están retando a la muerte”, finalizó.