Hoy es el primer día del resto de mi vida…

La película “En búsqueda de la felicidad” es un film estadounidense dirigido por Gabriele Muccino, tiene por mantra la frase “Esta pequeña parte de mi vida la llamo…”, y justo con esta frase deseo empezar este pequeño texto, porque “esta pequeña parte de mi vida la llamo: satisfacción, gozo, felicidad, pero también miedo”.

Es fin de semestre y hoy muchos Garza-hermanos nos estamos despidiendo de una de las etapas con más relevancia en la vida. Etapa dónde la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) nos brindó las herramientas necesarias para poder sobrevivir, pero que, sin embargo, de hoy en adelante todo lo que hagamos será por convicción propia.

El reto al que nos enfrentamos como recién egresados es complejo, pues desde siempre nos han dicho que es un tanto difícil el poder encontrar la puerta al camino que queremos tomar para el resto de nuestras vidas y, para nuestra suerte, nos toca salir al mundo laboral con una pandemia a todo lo que da, situación que dificulta todo para los que queremos comenzar una nueva vida; cualquier descripción, metáfora, o analogía se queda corta para describir cada lucha personal que estamos por emprender.

Pero no todo lo que pasa ante este nuevo estilo de vida es malo. Con más de un año de confinamiento hemos aprendido a desarrollar nuevas habilidades que, de una forma u otra, serán las herramientas que nos van a ayudar a hacer posible nuestros sueños.

Antes de la Universidad yo estaba segura que uno venía a este mundo a ser alguien, pero en el proceso entendí que no, que uno viene a este mundo a hacer algo y no hay mejor forma de lograrlo que disfrutarlo.

No olvidemos que no hay mejor profesor que el error y que si es algo que te asusta hacer o estas por empezar, es porque vas por el lugar correcto.

La incertidumbre está a flor de piel y nos preguntamos por dónde empezar; francamente es algo que aún no descubro, pero de lo único que estoy segura es que quiero vivir mis sueños para no tener que perseguirlos, aunque eso implique salir de mi zona de confort.

Sé que todos extrañaremos el maldecir al despertador por no sonar a tiempo y perder una asistencia, o tener que pagar colectiva pues ya se pasó el Garzabús, pero justamente este pequeño gran paso es la excusa perfecta para tomar ese café con los amigos que nos regaló esta alma mater.

Me despido compartiéndoles esta frase que no ha dejado de resonar en mi cabeza en estos últimos días, y que sé que como yo muchos se sentirán identificados: Hoy es el primer día, del resto de mi vida.

¡Éxito a todos, Garza-hermanos!