La Garza Lectora
La novia oscura

La Garza Lectora

Por Manuel Toledo Molano
Colaboración de la División de Extensión de la Cultura
Fotografía: División de Extensión


La novia oscura de Laura Restrepo es una novela en que la autora nos va envolviendo con su tejido de pequeñas historias llenas vida en un pausado y vertiginoso recorrido por tierras que, en apariencia, son colombianas pero que en esencia muestra la forma de ser, de sentir, y sobre todo de ser mujer de todo un continente.

En un mundo donde hay marginación y pobreza, la autora apuesta por recurrir a donde hay una veta de riqueza, la cultura oral que, por medio de una legendaria mujer, Todos los Santos va extrayendo imaginarios fascinantes, contándonos historias de las que esta hecha nuesta cultura.

Y entonces Todos los Santos nos traslada desde ese micromundo social a esa ancha y a la vez sintética, sincrética América Latina, y a esas condiciones que nunca terminan de ser ficción, imaginación, barroquismo exuberante, relato que siempre comienza en esa terca realidad que nos avasalla y nos confrota en sus contrastes y desigualdades; pero también nos llena con sus detalles, sus colores, los sonidos de la selva, los estruendo de las calles, la música del arrabal, los crujires de las máquinas de las siempre avasalladoras trasnacionales norteamericanas.

Utilizando diversas técnicas de la de narración periodística y literaria, Restrepo dando estuctura a esa oralidad festiva y carnavelesca, indaga, presenta evidencias, da testimonios, historias de vida, entrevistas, dando voz de una manera polifónica a las mujeres dedicadas, dentro del pueblo, a la prostitución, construyendo toda una representación muy íntima de lo femenino.

Ella misma dentro de la obra la describirá: “Sería absurdo llamarla investigación, o reportaje, o novela, a lo que fue una fascinación de mi parte por unos seres y sus circunstancias. Digamos que está labor nace de una cadena de mínimos secretos revelados”.



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En esa polifonía de voces, la voz y presencia principal la tendrá como protagonista a una mujer decidida desde niña a ser prostituta del pueblo de La Catunga: la bella, indescifrable y bautizada Sayonara, quien a través de sus múltiples experiencias va simbolizando a todas las mujeres que existen por estas tierras y que van sorteando todas las dificultades a la que se enfrentan en un sistema machista, represor, racista, religioso.

“(Sayonara) en el espléndido egoísmo de su belleza, sí que llegó a ser el propio ombligo de aquel universo-mundo, el objeto privilegiado de todo amor”.

Es la que se resiste, la que huye de la tragedia de vivir en una familia tradicional marcada por las costumbres y los absurdos, la que es directa con lo que quiere y con lo que no quiere; pero también la que seduce a los hombres de toda índole, la que se enamora de lo más humano, la que confronta tanto hombres y mujeres; es la ingenua que no cree en santos o en dioses, la que juzga, la que sueña con otros mundos posibles pero a la vez ajenos; la que imagina en ciertos momentos ser una mujer típica, la que parece ser el estandarte de rebeldía y que en su momento es también capaz de resignarse, ceder, madurar.

Sayonara es la mujer de rasgos indígenas con falta de educación, quien desde pequeña tiene que abandonar su hogar y ganarse la vida de alguna forma. Sus rasgos menudos, de pelo indomable y poco convencionales, su desparpajo ante la vida es quien puede vivir holgadamente de este oficio.

Es la femme fatal de la novela, cargada de una fuerza erótica que invade todos los escenarios y sirve de eje para contarnos otras muchas historias de prostitutas y la condiciones por las que decidieron dedicarse al oficio, desde la condena de los padres, la soledad, la fealdad, la pobreza o simplemente por puro gusto, mujeres de diferente estirpe, físico, procedencia, cultura, todas tienes algo que contar y todas tienen el deseo de ser reconocidas, para que no se las trague el olvido.

Contradictorio también resultarán los personajes masculinos, principalmente los eternos obreros Sacramento y El Payanés, compañeros de trabajo vinculados por el amor a Sayonara y por la compañía petrolera, representan una suerte de loco amor, de lealtad, de devoción, y al mismo tiempo la indecisión, el engaño, la doble moral. También está el acaudalado pintor de buena familia Ladrón de Guevara, que renuncia a su condición económica a cambio de pintar, amar y ser amado por prostitutas y esconder su condición de enano. Otro hombre es el ingeniero norteamericano Frank Brasco, cliente recurrente de los prostíbulos, quien será el único norteamericano simpatizante de las habitantes del pueblo que rompe el muro del racismo y la separación de clases.

En fin, una novela que se nos parece demasiado corta para tener tantas hojas, lectura amera y elocuente.



Biografía de la autora


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Laura Restrepo Casablanca nació en Bogotá, Colombia, en 1950. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes y posteriormente hizo un postgrado en Ciencias Políticas.

Ha compaginado la militancia política con sus actividades como escritora y periodista. En 1983 fue nombrada miembro de la Comisión Negociadora de la Paz entre el gobierno y el grupo guerrillero M-19. Publicó en 1986 Historia de un entusiasmo, fruto de sus experiencias con el M-19, por lo que tuvo que exiliarse en México y Madrid hasta que el M-19 abandonó las armas y pasó a ser un partido de oposición.

En 1997 ganó el Premio Sor Juana Inés de la Cruz por su novela Dulce compañía. En 1998 se hizo acreedora del Prix France Culture que otorga la crítica francesa a la mejor novela extranjera publicada en Francia.