#LánzatedeMovilidad

LánzatedeMovilidad

Colaboración de la Dirección de Relaciones Internacionales e Intercambio Académico
Fotografía: Dirección de Relaciones Internacionales y especial


El Programa de Movilidad Educativa en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) tiene como finalidad que los estudiantes desarrollen nuevas competencias tanto genéricas como específicas, al mismo tiempo que los jóvenes aceleren su proceso de aprendizaje y se vuelvan más aptos para el ambiente laboral.

Muchos de los egresados que participaron en un programa de movilidad se encuentran actualmente dispersos en el mundo, con trabajo en empresas internacionales y transnacionales, por lo que hay cada vez más casos de éxito, debido a que el programa busca promover la calidad académica, además de ampliar la cultura de los beneficiados.

Es de recalcar que la Autónoma de Hidalgo cuenta con protocolos para aplicar en caso de contingencias, como la que actualmente se vive en el planeta por la enfermedad del COVID-19. La Universidad se mantiene al pendiente de sus estudiantes y emite informes constantes a través de la Comisión Institucional de Seguridad en Salud respecto a su situación.

A continuación, Gaceta UAEH te comparte la experiencia de una alumna de la Licenciatura en Comercio Exterior, quien rememora cómo le cambió la vida hacer movilidad educativa.



Te cuento mi intercambio

Lanzate de movilidad


Mariana Geneve Bernal Téllez
Licenciatura en Comercio Exterior
Realizó movilidad en Tomas Bata University in Zlín, República Checa


Para comenzar y a diferencia de lo que todos pensaríamos, la aventura de intercambio comienza aquí en Pachuca. Sí, no miento, aquí en Pachuca donde el realizar los trámites y papeleo para poder irte requiere tiempo y paciencia, esperar la carta de aceptación y correr a checar tu correo todos los días parece parte de la rutina.

Ya que tienes todo eso listo ahora solo falta prepararte tú y las demás cosas que debes llevar, son realmente casi seis meses de todo esto que acabo de mencionar, pero lo vale totalmente.

Ahora, la segunda parte es hacerte a la idea de que no estarás en el país y como buen mexicano extrañarás la comida típica a montones. Deberás despedirte de tu familia y amigos, y qué bueno que ahora tenemos tecnología porque creo que sería muy difícil estar al otro lado del mundo sin poder hablar con ellos.

Para mí, el intercambio fue una experiencia totalmente inolvidable. Conocí, recorrí, comí y vi cosas que por lo menos en mucho tiempo no esperaba hacer. Pero, sobre todo, experimenté el gran amor de Dios al permitirme cumplir un sueño especial, aprendí varias cosas y fui moldeada en muchas otras que sé que ahora tendré presente siempre.

No voy a excluir esta parte: sí, el intercambio es un tiempo increíble que creo todos deberíamos experimentar alguna vez en nuestra vida, eso es seguro, pero es importante tener en cuenta que no siempre todo será fácil y color de rosa. El shock cultural de estar en otro país con, otro idioma y personas que reaccionan completamente distinto a lo que tú conoces, a veces puede ser abrumador. No sé si es algo solo de los mexicanos, pero de verdad que sí extrañamos estar rodeados de gente que pueda ser un poco como nosotros, abiertos y solidarios.

¿Qué si encuentras gente increíble en el camino? eso es seguro. Una de las experiencias más lindas que me llevo es poder conocer gente de todas partes del mundo, hacer amigos en un hostal, avión o incluso en una tienda cada que te preguntan de dónde eres. Sin duda, eso también es parte de la movilidad… conocer y experimentar.

Y ya que eso es un tema importante, sinceramente no creo que sin la movilidad hubiera podido desarrollar habilidades como encontrarme después de perderme mucho tiempo en una ciudad, aeropuerto o simplemente en una estación de trenes, de comunicarme completamente a señas o con dibujos con alguna persona para pedir ayuda.

Yo sabía que detrás de cada confirmación de llegada de mis compañeros de movilidad había una gran historia que contar detrás del “Ya estoy en este lugar, todo perfecto”, porque yo también ya me encontraba escribiendo una gran historia.

Por otro lado, definitivamente una de las mejores partes del intercambio es el poder viajar a lugares increíbles, que ves en las películas y aun así no tienes idea de cómo será conocer una pequeña parte de la ciudad, probar su comida, dulces típicos y recorrer calles donde se vive la historia día a día. No es algo que olvides fácilmente, realmente es toda una experiencia.

Y finalmente, mi movilidad a la Universidad de Tomas Bata no hubiera sido la misma si no la hubiera compartido con mi amiga, que ahora es familia: reímos juntas, nos perdimos juntas, conocimos juntas y mil cosas más que son grandes historias que contar e hicieron de todo este tiempo algo absolutamente irrepetible.