Personajes Garza
Mujeres conscientes, responsables y generadoras de cambio: Erika Villanueva

Personajes Garza

Por Jorge Mimbrera
Fotografía: Jorge Mimbrera


La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) siempre se ha caracterizado por promover la paridad de género. El compromiso con la equidad es algo que define esta institución y el reconocimiento internacional se debe al énfasis que aplica en acciones sociales de este tipo.

Por ello, en este mes la Gaceta UAEH, ha dedicado esta edición al género femenino, para conocer un poco sobre las mujeres destacadas dentro de la comunidad universitaria. En esta ocasión, entrevistamos a Erika Liliana Villanueva Concha, directora del Instituto de Artes (IA), para que comentara sus puntos de opinión sobre la postura feminista, su vida universitaria como mujer y más temas relacionados con la vida universitaria.



¿Qué cargo ocupa en la universidad y desde hace cuántos años lo ejerce?



Yo estudié Artes Visuales en el Instituto de Artes, específicamente fotografía y pintura. Después salí y realicé una maestría en Administración de Instituciones Educativas. Un día el anterior rector, el doctor Humberto Veras Godoy, me envió a trabajar allá y, actualmente, soy la directora del Instituto de Artes desde hace tres años.

Tengo trabajando en el Instituto de Artes cinco años, anteriormente fui subdirectora administrativa, después fui secretaria académica, antes de llegar a ser directora.



¿Qué significa para usted, desde su postura como mujer, pertenecer a la universidad?



Desde mi perspectiva, el hecho en que yo haya podido nacer en una época en donde hay detrás de nosotras muchas mujeres que se esforzaron por obtener los derechos laborales que ahora podemos tener, es una ventaja de nuestra generación.

Si bien abemos hay mujeres ya siendo funcionarias en la universidad, también es es cierto que en la universidad desde hace 150 años ha tenido mujeres que han estado trabajando para que su esfuerzo y su labor se proyecte de tal forma para que nosotras y las chicas que vienen después puedan ser aprovechados estos espacios.



“… ser mujer en el momento actual, en esta situación generacional, nos embarca a ser mucho más objetivas, mucho más responsables y sobre todo mucho más conscientes de lo que nos toca desempeñar”.



Creo que no solamente es ser mujer en la universidad, sino ser mujer en el momento actual en el que ahora la situación generacional nos embarca a ser mucho más objetivas, mucho más responsables y, sobre todo, mucho más conscientes de lo que nos toca desempeñar. Aunque antes fuimos limitadas, hemos luchado por los derechos que ahora podemos disfrutar, también es importante que debamos ejercerlos con responsabilidad, empatía, amor y atención.

Ahora, siendo funcionaria, mi alta responsabilidad está en el servicio porque tanto hombres como mujeres estamos obligados a servir. Yo me siento muy orgullosa de ser considerada entre los directores como una mujer responsable y capacitada, junto con mis compañeras que ocupan el mismo cargo.



¿Qué es lo que más le gusta de trabajar en la universidad?



El Instituto de Artes tiene muchas características peculiares porque creo que los artistas tenemos una dote natural que desde la divinidad se nos ha dado: somos creativos por naturaleza. Creamos, somos libres de pensamiento, somos apasionados y a veces somos impulsivos…

Creo que lo que más me ha gustado es la cercanía con los alumnos. Si bien estoy en una edad no tan lejana a la suya, yo me sorprendo de cómo las nuevas generaciones buscan los formatos para desarrollarse y expresarse. Eso ayuda mucho porque ahora podemos, definitivamente, decir lo que pensamos.



“El universo me ha contactado con personas muy valiosas de las cuales he podido aprender”.



Pero algo que también me gusta mucho es ser ejemplo. Muchas ocasiones ponemos sobre la mesa reglamentos, lineamientos y le exigimos al otro, sea quien sea, cumplir con una norma, pero si nosotros no la cumplimos, no podemos generar un cambio trascendente. La única forma de predicar es con el ejemplo, por lo que a mí lo que me más me gusta es cuando trabajo en la escuela y estoy haciendo proyectos con todo mi equipo; por supuesto me gusta involucrarme, ser parte, estar en contacto con los chicos, eso me mantiene definitivamente actualizada.

Algo que yo disfruto mucho es aprender de los chicos, de mis compañeros y de los maestros. Partiendo de eso, tengo que compartir que uno de mis mejores maestros ha sido el rector Adolfo Pontigo Loyola, nos tocó trabajar a ambos cuando él era secretario general y yo directora de Relaciones Públicas. El universo me ha contactado con personas muy valiosas de las cuales he podido aprender, mujeres también muy brillantes que me han enseñado no solo a expresarme, sino también a hacer, pensar y actuar de forma íntegra, coherente, prudente y siempre en beneficio de la comunidad.



¿Qué proyectos ha desempeñado o planea desempeñar en conjunto de la universidad a favor de las mujeres?





Personajes Garza 2

En estos días han estado sucediendo cosas en el Instituto de Artes y he estado pasando a los salones, por su puesto, a platicar con los chicos, pero quiero decir que nosotros hemos atendido desde hace cinco años con el director anterior casos importantes de acoso y hostigamiento sexual, de tal forma que hemos atendido 23 casos en cinco años.

Significa que una cosa importante es que lejos de estarnos moviendo con las masas, lejos de estarnos moviendo con lo que está sucediendo afuera, creo que la universidad ha generado acciones, ha prevenido y ha reaccionado y accionado a favor no solamente de las mujeres, sino también de los hombres, porque creo que también hay que identificar si nosotras como mujeres estamos solicitando equidad e igualdad, también implica el respeto que nosotras debemos de tener a nuestros compañeros hombres.

Los proyectos que se están haciendo en el Instituto de Artes incluyen una campaña importante para la denuncia del acoso y hostigamiento sexual, pero creo que lo más importante que debemos hacer como comunidad, y la universidad ya lo está ejerciendo, es la cultura de la prevención. No solamente la cultura de la denuncia, sino la cultura de la prevención, porque sin ella solo estaríamos reaccionando ante la problemática, pues a toda denuncia preceden la prevención.



“… esto no es una primicia de las mujeres, esto tiene que construirse también a través de los hombres con un cambio de paradigma…”.



También hay condiciones que nosotros no podemos alcanzar porque es cierto que la universidad solamente marca el ámbito académico y la comunidad universitaria, por lo que es importante que los chicos generen una cultura prevención, que es algo que estamos impulsando, que abran los ojos, que expandan sus territorio, que sean más sensibles, que sean más empáticos… Creo desde mi perspectiva, el valor principal para que la sociedad se desarrolle ni siquiera es la tolerancia, sino el amor, y si nosotros amamos a nuestro prójimo tanto como a nosotros, evitaríamos muchos de los conflictos relacionales que existen actualmente dentro de la juventud y dentro de la sociedad.

Después de la denuncia sigue la cultura de la restauración, no solamente es ejercer reglamento para quien rompa el código, las reglas o el estatuto de personal académico, sino ¿qué hacemos con las chicas y chicos que se quedan instalados en nuestros espacios y cómo podemos apoyarles?

Si bien somos una universidad pública y como toda universidad pública con lo poco que tenemos hacemos lo mejor que podemos, también estamos atendiendo a personas que están en una situación vulnerable después de malas experiencias en el desarrollo de la vida, porque también es importante mencionar que los casos que se están atendiendo en la universidad son casos que se desarrollan, sí entre compañeros, pero fuera de la universidad.



“… es bien importante que en esta relación, las familias no abandonen el proceso de los alumnos, no abandonen el proceso de las personas que han sufrido alguna condición de acoso, pero que también que no abandonen la co-responsabilidad que hay.”.



Y hablando de esta co-relación entre personas, tenemos que aprender a prevenir, respetar, amar. También es importante comprender que como seres humanos entendamos que es humano cuidar, y esto no es una primicia de las mujeres, esto tiene que construirse también a través de los hombres con un cambio de paradigma, con la reconstrucción de las nuevas masculinidades, con la sensibilización de la sociedad, con formas de desaprender lo que no ha funcionado y reaprender lo que es necesario aplicar, porque si bien estamos en un momento de transición como sociedad, cada vez nos vamos a enfrentar más a lo que los chicos se están exponiendo, y nosotros tenemos que atender su situación.

Pero también hay que enfrentarnos a una cosa básica, la educación se trae desde casa. Nosotros como universitarios y como institución lo que nos compete es formar profesionistas y, obviamente, buscar redes de contenciones académicas a través de servicios integrales para poder apoyar en el desarrollo en el alumno. Pero es bien importante que en esta relación, las familias no abandonen el proceso de los alumnos, no abandonen el proceso de las personas que han sufrido alguna condición de acoso, pero que también que no abandonen la co-responsabilidad que hay entre la universidad y la familia para obtener un resultado fundamental que es un profesionista capacitado integralmente, éticamente y moralmente para la vida.



¿Cómo definiría su identidad con la universidad?





Personajes Garza 3

La función social que tiene la universidad es generar y construir profesionistas de alta calidad, pero también es cierto que muchos profesionistas, como es mi caso, no tuvimos un ejemplo a seguir en casa. Yo soy, de hecho, la primera profesionista de toda mi familia, de todas las generaciones. Entonces, había muchas responsabilidades encima de mí.

Gracias a Dios que ha puesto a muchas personas con muchas habilidades en mi vida; a lo largo del tiempo pude encontrar en la universidad un lugar en donde me puedo expresar, en donde me puedo desarrollar y, sobre todo, en donde puedo servir, donde puedo poner mis conocimientos y mis aptitudes al servicio de los demás, porque si algo he aprendido es que los alumnos son el centro de la universidad.

Estudié en el Instituto de Artes, egresé, me invitan a trabajar en la Coordinación de Extensión y después en la Dirección de Promoción Cultural como subdirectora, para luego ejercer el puesto de Directora de Relaciones Públicas, por lo que todo eso han sido etapas de mi constructo como persona, en donde he aprendido de todo y con personas de excelencia.

No serviría de nada todo lo que aprendí en el aula si no lo pongo en servicio y no sigo aprendiendo. Nunca dejamos de aprender, tenemos que aprender constantemente y eso me permite estar identificada con la universidad. Yo sigo capacitándome no solo con la maestría, cada año hago un diplomado que me permita expandir mis conocimientos, pero que también me permita compartirlos y que también me permita ser una mejor persona, y eso lo hago con un objeto primario: sí la identidad que tengo con la universidad, pero también con la identidad que tengo con mis valores y mi constructo familiar, ya que si mis padres no me hubieran enseñado todo lo que aprendí no sería una mezcla.

También quiero expresar que la identidad específica con la Autónoma de Hidalgo la tengo desde que estaba estudiando la carrera, no solo por ser un estudiante más, sino porque me tocó ser presidenta de la Sociedad de Alumnos y eso me permitió conocer a la universidad desde otro ámbito, desde otra esfera. Uno de mis grandes maestros ha sido el licenciado Gerardo Sosa Castelán que muchas ocasiones se ha sentado con migo y me ha indicado por donde caminar, me ha dado consejos acertados hacia la proyección que todos como universitarios debemos de tener. Y ahora, luego de haber conocido al Maestro Adolfo Pontigo desde hace años, coincidimos en un espacio donde puedo como directora alinearme al proyecto que la Universidad tiene y que él ahora representa.

Algo que me gusta mucho es la libertad de creación que nos permiten, han sido muy amables en entender que la universidad es universalidad, y de tal forma se me permite generar estrategias para cumplir indicadores, estrategias adaptadas y específicas a un instituto artístico. Y eso es una ventaja que no en todos lugares hay, que no en todos trabajos hay: la libertad, la confianza y la reciprocidad.

Esta identidad no solo es una condición falsa de “tener la playera de la universidad”, ya que cuando se te permite expresarte, crear, transitar y transformar con libertad, creo que eso es lo que verdaderamente puede emulsionar la formula de la identidad.



¿Qué tan desarrollada percibe la postura feminista dentro de la universidad y qué implementaría?



Implementar va relacionado que comenté anteriormente, creo que ya lo estamos implementando e incluso es importante mencionar que no es algo nuevo en la universidad. Tan no es nuevo que en junio del año pasado, antes de que todos estos movimientos llegaran a México, la Universidad, alineados con la ANUIES, la ONU y la UNESCO, ya habíamos autorizado el Código de Ética e Integridad Académica que, de verdad, yo invito a los lectores a que los chequen con precisión, es tan profundo, tan amplio, tan maduro, tan de primer mundo que no he encontrado algo similar en México.

Este nuevo código está maravillosamente enfocado desde la equidad y la igualdad que entre universitarios nos debemos. Pero también algo maravilloso que dice el código y me sorprende, es que nos invita a como comunidad a transformar y a construir nuevas masculinidades, y eso habla de cómo es que la universidad sí se está alineando a los estándares internacionales, y también se está alineando bajo conciencia en las oportunidades igualitarias de equidad que están establecidas.



“Hay que actuar y hay que ser ejemplo, porque no sirve de nada que yo les diga a los alumnos “ustedes se tienen que respetar” cuando yo falto al respeto”



Lograr la consolidación como una de las mejores instituciones del mundo, quizá ser la mejor de México. Hay un proyecto institucional que nos pretende llevar a ser una de las mejores 500 en el mundo, cuando eso se logre significará que estaremos en el primer lugar a nivel nacional.

Algo que creo importante mencionar no es “qué yo realizaría”, sino qué como institución ya estamos realizando desde hace mucho tiempo. Entonces me toca aplicar la norma, conocer los lineamientos y, sobre todo, adherirme. Si ya se nos están estableciendo las líneas de trabajo, hay que actuar y hay que ser ejemplo, porque no sirve de nada que yo les diga a los alumnos “ustedes se tienen que respetar” cuando yo falto al respeto, o decir “no tienes que hostigar” cuando yo estoy hostigando a mis compañeros; hay que actuar, pero también hay que ser ejemplo.

La mejor forma de trascender es sirviendo, porque si no partimos de esas dos premisas no podemos verdaderamente construir modelos que modifiquen de profundidad los nuevos paradigmas.



¿Algo que le gustaría añadir?



Me gustaría invitarlos a que visiten su universidad y la conozcan. A veces hacemos usos de algunos servicios y desconocemos la totalidad de lo que esta universidad pueda brindar. Ojalá tengan esa curiosidad por decir “quiero conocer mi universidad y quiero vincularme con ella”. Eso nos dará sentido de pertenencia y, desde luego, orgullo.



¿Cómo definiría la comunidad universitaria?



La comunidad universitaria es tan maravillosa porque entre sí es tan diferente. Creo que el respeto y la tolerancia son un valor fundamental para nuestra comunidad, el cual parte de la diferencia entre las carreras.

Vamos a construirnos de forma diferente, aunque tengamos una identidad cultura o familiar, somos diferentes, y más en una universidad, en donde habitamos 60 mil personas entre alumnos y maestros, en donde hay más de 69 programas educativos, y eso es lo que me encanta de la universidad.

En la universidad se construyen los cerebros que trascienden cultural, artística, ética y profesionalmente en el estado de Hidalgo, por lo que debemos expresarnos, tenemos que ser libres y autónomos, porque en el momento en que nuestro exterior quiera transgredir estaríamos perdiendo nuestra identidad y nuestro constructo institucional.



¿Qué espera de la universidad en el campo feminista en los próximos años?



Seguir actuando. Ya lo estamos haciendo. Lo que se está realizando es para lo que estamos hechos: para ejercer libertad. Y lo que la Universidad está haciendo es actuar, sostener a través de protocolos establecidos, a través de la defensoría universitaria, del área jurídica, del protocolo con la ANUIES, del convenio con Inmujeres, del código de ética e integridad académica, de los reglamentos, del Estatuto, de la Ley Orgánica, de los consejos técnicos; hay una estructura atrás, pero, no sirve de nada si nosotros como seres no aprendemos a prevenir, a denunciar y a restaurar. Sin estas tres etapas, no sirve de nada.



“Estamos haciendo lo que a la universidad le toca hacer: opinar, transformar y modificar el entorno”.”.



Estamos haciendo lo que a la universidad le toca hacer: opinar, transformar y modificar el entorno. Seguir haciendo lo que ya se realiza, ejercerlo con calidad y coherencia, pero sobre todo, hacerlo con integridad, por que la integridad es hacer las cosas correctas aún cuando nadie nos ve.

Si nosotros como universitarios, como padres de familia, como estudiantes o académicos no somos íntegros, vamos a generar solo falacias, lo que hacemos las personas durante nuestra trascendencia es lo que realmente puede generar un verdadero movimiento.



Personajes Garza 4