#LánzatedeMovilidad


Por La Redacción
Colaboración de la Dirección de Relaciones Internacionales e Intercambio Académico
Fotografía: Dirección de Relaciones Internacionales


Ser alumno de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) te permite acceder diversos beneficios, entre ellos la posibilidad de realizar movilidad educativa en una institución nacional o internacional.

Recuerda que algunos de los requisitos solicitados son: ser estudiante regular, tener un promedio general mínimo de 8.5 y el manejo de un segundo idioma. Para el caso de los alumnos de licenciatura se solicita tener el 50 por ciento de créditos o más cumplidos al momento de la convocatoria; para posgrado se necesita el 22 por ciento.

A continuación, te presentamos la experiencia de Alejandra Espinosa Reyes, de la Licenciatura en Ciencias de la Educación, quien realizó movilidad en la Universidad Hradec Králové de República Checa.



El Inicio de un Sueño



Difícilmente olvidaré aquel día en que todo inició. Llegar a un país donde todo es completamente diferente te llena de miedo, o al menos a mí así me sucedió.

Llegué un domingo por la tarde a los dormitorios que desde ese día sería mi universidad. Tuve que hacer un trámite para poder ocupar mi habitación, para cuando terminé eran más de las siete de la noche. Junto con una amiga nos dirigimos a buscar algo de comer; todo ya estaba cerrado, supusimos que cerraban a las ocho de la noche o al menos nuestra lógica así lo indicó pues los letreros estaban en checo.

Cada una se dirigió a su respectivo departamento a desempacar. Con un nudo en la garganta, sin comer, con miedo y con emociones encontradas nos fuimos a dormir esperando a que al día siguiente todo cambiara.

Hradec Králové es una de las nueve regiones que conforman la Bohemia en Republica Checa, el país se encuentra en Europa Central, su idioma es el checo y es uno de los países que más consume cerveza.



“Conociendo a la nueva familia”



Éramos once mexicanos cumpliendo el mismo sueño, apoyándonos en cualquier situación, pasando las muy tradicionales noches de cafecito. Mi familia mexicana que siempre me apoyó diciéndome cómo tomar un bus, cómo pedir un ticket y cómo pagarlo, dónde validarlo, enseñándome dónde estaban los centros comerciales, cuestiones que aquel que no se ha encontrado fuera de su país, fuera de su zona de confort, piensa que es muy fácil.

Hay días en que te asusta ir a comprar algo de comer y otros días en los que te sientes tan valiente de moverte solo por la ciudad enfrentándote a cualquier cosa, a las miradas a veces de desprecio y otras de amistad de los checos.



“Tocando mis metas”



Desde que inicié la carrera tuve en mente irme de movilidad, no sabía a donde pero de que me iría me iría.

Tres años después me encuentro lejos de mi familia, en Chequia, escribiendo esto, relatando lo que viví, pero les aseguro que podría escribir páginas y páginas, pasar horas hablando sobre la experiencia de irse de movilidad y no acabaría.

No terminaría de hablar sobre lo orgullosa que me siento por superar mis miedos y cumplir metas que veía lejanas.

En Hradec Králové hice mi primera despensa, cociné mi primer arroz, en realidad cociné por primera vez; vi nevar por primera vez en mi vida, tuve logros muy pequeños pero que me llenaron de orgullo. Cada que podía le mandaba mensaje a mis papás para contarles mis nuevas hazañas, para decirles: “miren, hoy hice esto” o “miren, hoy salí a hacer tal cosa”.

Tuve la dicha de conocer los países con los que tanto soñaba, pero irse de movilidad no siempre es alegría, hay veces en los que te sientes completamente solo, en que sientes que ya no puedes más. Así como te invade la felicidad en cualquier momento de día, te invade la nostalgia de extrañar a tu familia, a tus amigos o a tu país.

Todo aquel que se va de movilidad tiene un antes y un después, vuelve orgulloso y más seguro de sí mismo pues se puso al límite y lo logró.

Dejo en Republica Checa mis miedos e inseguridades, mis noches de soledad que mucho me sirvieron para conocerme a mí misma, dejo el miedo a no entender la clase de checo, dejo la alegría de ver nevar, de vivir en una ciudad segura.

Si me preguntan Hradec Králové, es una ciudad dentro de un bosque con casitas de colores y un río que cruza la ciudad dónde hice realidad mis sueños de bohemia.

Ojalá todos tuvieran la oportunidad de irse de movilidad, de experimentar todo lo que viví y más.

Gracias a mis padres por ayudarme a cumplir este sueño del que tanto me escucharon hablar. Gracias profesor Arturo Espinoza por siempre alentarnos a seguir con el proceso, por apoyarnos en todo lo que estuvo en sus manos, tenía razón, fue la mejor experiencia de nuestra vida, Anahí y yo se lo agradecemos. Y también gracias a todos y cada uno de los demás alumnos de la UAEH que al igual que yo estuvieron de movilidad, a ustedes gracias por ser mi familia en esta experiencia.