#LánzatedeMovilidad
Ciao Italia

Por La Redacción
Colaboración de la Dirección de Relaciones Internacionales
Fotografía: Relaciones Internacionales





En la edición de junio de Gaceta UAEH te invitamos a disfrutar los textos que prepararon las alumnas Helen Carolina Trejo Ángeles y Betania Bautista Legorreta, quienes compartieron sus experiencias de movilidad en universidades de Italia.

Antes de pasar al primer texto, te recordamos que el Programa de Movilidad Educativa en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) tiene como objetivo primordial enriquecer tus conocimientos y desarrollar habilidades dentro de un contexto global.



A centinaia di chilometri da casa
Por Helen Carolina Trejo Ángeles



“Cuando entré a la UAEH, una de las cosas que me llamaban más la atención, era el intercambio académico, como a muchos, me imagino. Sin embargo, los semestres previos a mi movilidad, no me imaginaba el viaje o más bien, no quería ilusionarme antes de tiempo, simplemente quería que las cosas se dieran en el momento.

Muchas veces, antes de comenzar el proceso, me preguntaba a qué país me iría. Me inclinaba siempre por Francia, por conocer el idioma y porque realmente no sabía qué otras opciones tenía. Pero luego, cuando comencé a tomar clases de italiano simplemente me enamoré del idioma; mucho de esto influyó en mí, pues tuve a la mejor maestra que he tenido en mi vida enseñándome.

No pasó mucho tiempo de esto, pero las fechas para poder solicitar la movilidad se acercaron. Un día normal después de clase mí maestra me animó a preguntar sobre Italia, así fue como empezó toda esta aventura, mi primera y única opción desde ese momento se volvió Pisa, Italia.

Después de mucho batallar con homologaciones y trámites, finalmente me encontraba volando hacia Roma con mi papá, quien se cercioró de dejarme en las mejores condiciones antes de emprender esta aventura.



Pisa fue una experiencia inolvidable



Siempre he sido una persona introvertida y exponer mi vida no me resulta tan fácil como a otros, pero estando completamente sola en un país ajeno al mío, me hizo no tener otra opción más que armarme de valor para dejar de lado toda inseguridad o pena.

No voy a decirles que todo fue fácil, que todo fue diversión y felicidad… no es por dar mala publicidad a la movilidad. Cada quien lidia con los problemas que se presentan de diferente manera, pero eso fue lo maravilloso de este viaje, que aprendí muchas cosas sobre mí y me di cuenta de todo lo que soy capaz cuando no hay nadie ahí para ayudarme. Y no, no es un cliché, yo no lo creía hasta que me pasó.

Conocí a muchas personas interesantes e increíbles también. Me hice de amistades que estoy segura no perderé y aunque no fueron millones, tienen aún más significado, pues son realmente verdaderas. Es algo sorpresivo, pues cualquiera pensaría que una amistad así no dura, pero a veces esas amistades son las que se quedan por siempre a pesar de la distancia.

Durante este viaje no sólo yo hice sacrificios: mi familia, mis seres queridos y amigos también. Nunca me había separado de ellos por mucho tiempo y de repente me encontraba viviendo sola, a miles de kilómetros de distancia, con todo lo que implica.

A quien más le agradezco es al bendito internet. De esta manera comunicarnos no fue ningún problema, todas esas videollamadas diarias hicieron este proceso un poco más fácil para mí.





Me llevo mucho de estos últimos meses. Me llevo la amabilidad de la gente que me acogió o alguna vez me ayudó, así fuera lo más tonto del mundo. Me llevo sonrisas sinceras y saludos de vecinos en la mañana. Me llevo viajes en bici a la escuela. Me llevo ese sentimiento de pequeñez en un mundo totalmente distinto al mío, clases complicadas y ¿por qué no? llantos de preocupación, pero también de felicidad cuando me demostraba que podía.

Igualmente, me llevo lecciones de por vida, donde la frase “De los errores se aprende” jamás tuvo tanto sentido para mí. Me llevo tantos buenos recuerdos, que le hacen justicia al hecho de haber dejado a mi familia.

Considero que todos deberíamos tener una experiencia así, no necesariamente en otro país, pero algo que nos sirva para valorar lo que tenemos y que nos haga enfrentar nuestros miedos para saber que son solo eso, miedos. No perdemos nada con intentar y si fallamos, a intentar de nuevo. Me llevo esos pequeños momentos que más tarde me daré cuenta de que fueron los más grandes.



Así que tú, como yo, ¡Lánzate de movilidad!



“Il vero viaggi di scoperta non consite nel cercare nuove terre, ma nell’avere nuovi occhi.”/ “El verdadero viaje de autodescubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras, sino en tener nuevos ojos.”



Tres colores, dos maneras de pensar, un sueño que vivira
Por Betania Bautista Legorreta



“Desde que estaba en primer semestre de la universidad tuve el propósito de irme de intercambio internacional, esto gracias a que mi hermana me inspiró cuando ella lo hizo, desde ese momento empecé a esforzarme y no paré hasta lograrlo.

Doy gracias a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo por darnos la oportunidad de vivir esta maravillosa experiencia, que nos deja una huella para siempre y que nos ayudará a enfrentar todo lo que venga de aquí en adelante.





Esta es una de las más increíbles metas que se puede lograr durante la etapa universitaria. Te ayuda a madurar, a darte cuenta que existen muchas otras maneras de vivir, de aprender y que todas las personas que conocerás a lo largo de tu viaje te enseñarán cosas totalmente diferentes.

Hice amigos de Holanda, Bangladesh, Grecia, Alemania, Colombia, Líbano, Ecuador, España, Italia y encontré a muchos paisanos en el camino. La movilidad internacional fue una experiencia inolvidable en todos los aspectos.

Me permitió madurar como ser humano, ya que, debido a la lejanía con mi familia, me hizo ser una persona más responsable en cuestión de puntualidad, alimentación y salvaguarda de mi integridad. Me convirtió en una estudiante más disciplinada académicamente, con una mayor cercanía y respeto hacia mis maestros, a quien extrañé y valoré enormemente.



Pude sumergirme en una cultura completamente diferente a la mía, de la cual me enamoré y aprendí.



Al retornar a México uno ya no es igual, quedas marcada para siempre con tan formidable experiencia, regresas con otra mentalidad de ayuda a la comunidad, de ayuda a la sociedad y de ayuda en general con todos.





Tener la posibilidad de conocerte mejor y desafiarte a ti mismo ha sido de las mejores experiencias, así como descubrir de lo que eres capaz de hacer cuando se te van presentando desafíos.

A pesar de que estás en otro país, no estás solo, porque conocerás personas que estarán apoyándote en todo momento y que te ayudarán a superar dichos desafíos.

Ha sido una experiencia que indudablemente volvería a repetir, estoy agradecida con todas las personas que fueron parte antes y durante mi intercambio.

Aconsejo a todos los estudiantes de nuestra universidad que no se pierdan la oportunidad de vivir una experiencia como esta, pues muy pocas veces se presentará la misma oportunidad.

Gracias UAEH.