Intervención a niños con y sin depresión, mejor tesis de psicología

Por Eva Becerril
Fotografía: Eva Becerril


Debido a que en los últimos años ha aumentado la depresión infantil lo que ha llevado a un incremento de suicidios a temprana edad, las egresadas de Psicología y ahora alumnas de la Maestría en Salud Pública, Diana Karina Straffon Olivares y Alejandra Lima Quezada, realizaron un trabajo de investigación que buscó proveer a los pequeños de habilidades para afrontarlo.

A través de “Intervención cognitivo conductual con componentes de psicología positiva para desarrollar fortalezas de carácter en niños con y sin sintomatología depresiva”, Lima Quezada y Straffon Olivares aplicaron técnicas psicológicas a un grupo de 32 pequeños de quinto grado en una escuela de Mineral de la Reforma, quienes presentaron factores de riesgo en su convivencia.

Los resultados positivos les llevó a ganar el primer lugar del Concurso Nacional de Tesis de Licenciatura en Psicología 2018 del Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en Psicología (CNEIP) en abril pasado, donde también obtuvo el segundo lugar Fabiola Cano Arteaga, egresada de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

Gaceta UAEH charló con las alumnas y su directora de tesis, Andrómeda Valencia, quienes compartieron la importancia de su investigación, un estudio que se abordó por medio de una intervención, método que normalmente se aplica hasta el posgrado.



El tamizaje



“Quisimos trabajar la parte de la significancia clínica que tenía nuestro trabajo, aunque en realidad sí tuvo su parte cuantitativa y cualitativa”, explica Karina Straffon. La investigación se realizó en tres fases e inició en 2016 con un tamizaje de estomatología depresiva que aplicaron a 93 niños de tercero, cuarto, quinto y sexto grado de primaria.

Al final se decidió intervenir el grupo de quinto año, quienes presentaron datos y puntuaciones alteradas en el tamizaje. Dicho grupo se dividió en dos de manera aleatoria, “eran pequeños que tenían y no tenían sintomatología depresiva, de ahí se conformaron los grupos que fueron con los que nosotros trabajamos”, detalla Straffon.



Niños agresivos



“Claramente eran niños que su comunicación era de manera agresiva. Siempre era de estarse gritando, se daban golpes jugando, había pequeños que lo hacían con otra intención. Posteriormente, vi que la relación se iba modificando entre ellos”, menciona Alejandra Lima.

Las alumnas realizaron un auto-registro, al cual le denominaron “Diario Fantástico”, en el que cada semana los niños daban a conocer cómo se sentían. “Al inicio eran muy complicados, el simple hecho de dar las indicaciones para trabajar era difícil. Conforme fueron avanzando en el tratamiento también se hizo más fácil la convivencia, el trabajar, el que realizaran las actividades… ya se veía más disposición, tenían más gusto por trabajar y realizar los auto-registros”, comparte Karina Straffon.







Participación de padres de familia



A pregunta expresa, Alejandra Lima señala que sí hubo participación de los padres de familia, pero no fueron tan evaluados como les hubiera gustado. “Sí contamos con la participación de algunos, ellos aludieron que de alguna manera se les diera el seguimiento (a los niños) el próximo año que todavía iban a estar dentro de la primaria. Sí notaban que, tal vez las complicaciones presentadas en el desarrollo de los niños, podían verse en una alteración severa cuando estuvieran en la secundaria”.

Ante esto, las alumnas indican que los papás resaltaron la importancia de que sus hijos se llevaran herramientas para que pudieran estar dentro de la secundaria. “Recuerdo ese comentario de una mamá, era interés de ciertos padres, pero no de todo el grupo. Además, un niño sí hizo hincapié en que él quería que le enseñaran lo que aprendió a sus papás.”, refiere Lima Quezada.



Resultados positivos



Las alumnas de la Autónoma de Hidalgo subrayaron que a lo largo de su intervención notaron los resultados positivos en los niños, que se mostraron más tranquilos y hubo cambios en su convivencia. “Nuestra idea era que no sólo les sirviera en el momento, sino que todo lo que aprendieron les sirviera a futuro. Desde ahí nos dimos cuenta que estaba cimentado lo que nosotros les dimos”, apunta Karina.

Alejandra Lima agrega que esa edad es una etapa muy buena para la adquisición de aprendizajes en cuanto a habilidades cognitivas e indica: “si nos dijeran tienen la posibilidad de volverse a encontrar con estos niños dos años después de la intervención, para mí sería muy significativo que nos pudieran decir ‘sigo aplicando esto’, ‘esto me sirve muchísimo’”.

Mencionan durante la entrevista que aún tienen la oportunidad de contactar a uno de los pequeños que presentaron focos rojos en su comportamiento, quien ha dejado ver una diferencia positiva en su relación familiar y demás.







El premio nacional de tesis



La investigadora Andrómeda Valencia, directora de la tesis, explica que la convocatoria del concurso salió a finales del 2018. “Este fue un buen trabajo, nos sentimos contentos con el resultado y queríamos que los demás pudieran conocerlo”, declara.

Expone que el CNEIP, al ser un órgano rector de los programas de estudio de la certificación que se recibe a nivel nacional, es una institución importante, de manera que el congreso les pareció un buen lugar para que se diera a conocer el estudio.

Los trabajos de las estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo fueron los mejores del total de 28 tesis presentadas por representantes de 17 instituciones de educación superior del país, que fueron sustentadas entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2018.

Esta es la primera ocasión que la UAEH se lleva el primer y segundo lugar en tesis de licenciatura, quedando la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en tercer lugar.

“Fue un trabajo que nos costó mucho, fue implicarnos nosotras, fueron muchas experiencias, obviamente aprendimos a aplicar algunas técnicas durante la tesis, algo que nos enseñó nuestra directora”, expresa Karina Straffon.

“Ha sido muy gratificante este trabajo. Tan sólo al terminar la sesión, en la retroalimentación que nos dieron los niños, nos dijeron que les había funcionado y que no querían que acabara”, finaliza Alejandra Lima.