150 años de historia educativa

Por Eva Becerril
Fotografía: Carlos Sánchez, Emmanuel Chang y Archivo


El año de 1869 significa mucho para el estado de Hidalgo. Era la época de la restauración de la República, el país había pasado ya por la Guerra de tres años y la intervención francesa, por lo que se encaminaba hacia una etapa de transformación.

Antes de la llegada del gobierno imperial de Maximiliano de Habsburgo, diputados federales reclamaron al gobierno el abandono de la parte norte del Estado de México y la lejanía de la capital. Cuando los franceses arribaron a nuestro país, la entidad se dividió en tres distritos militares.

El segundo distrito era Actopan y estaba conformado por los territorios que hoy conforman al estado de Hidalgo. Después de que se retiraron las tropas extranjeras, en 1868, los mexicanos eligieron a Benito Juárez presidente.

Ese mismo año, pero el primero de diciembre, Manuel Fernando Soto en su calidad de diputado exigió la conformación de la entidad, petición que fue atendida y el 15 de enero de 1869 fue emitido un decreto. El estado de Hidalgo fue erecto al día siguiente, el 16 de enero, por el presidente Benito Juárez, nombrando gobernador provisional al coronel Juan Crisóstomo Doria, quien organizó las instituciones fundamentales del gobierno estatal.


Nuestro antecedente más remoto


A tan sólo unas semanas de este acontecimiento, se creó el primer antecedente de nuestra actual Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH): el Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios (ILEAO).

Por iniciativa de un grupo de profesionistas encabezados por Agustín Cárdenas, Miguel Varela y Marcelino Guerrero, quienes crearon la Sociedad Protectora de Educación Secundaria, señalaron la necesidad de abrir una escuela para preparar a los jóvenes y lograr un desarrollo en la nueva entidad. El gobernador Juan C. Doria lo convirtió en un organismo oficial y lo inauguró el 3 de marzo.

De acuerdo con escritos de Juan Manuel Menes Llaguno, ex rector de la Autónoma de Hidalgo y cronista, algunas materias que se impartieron fueron Gramática Latina, Gramática Castellana, francés, Lógica e ideología, Geografía, Matemáticas, Dibujo y Escritura.

Las carreras a los que se podían inscribir los nuevos hidalguenses eran Agrimensor, Mecánico, Minero, Agricultor, Veterinario, Farmacéutico, Comerciante, Maestro de obras y diversos oficios, además de establecerse los cursos preparatorianos para Medicina y Abogacía.

Los textos de Menes Llaguno, publicados en un diario de circulación local, señalan que fue necesario hacer algunas erogaciones, por lo que se estipuló como colegiatura la cantidad de $4.00, dando facultad a los directivos de aumentarla o suprimirla.

Las clases comenzaron el 8 de marzo con cuatro alumnos, después se inscribieron otros 23 pensionados por los municipios, a los que se otorgó becas, y ocho más en calidad de supernumerarios, con los que se alcanzó un total de 35 estudiantes.

Acorde con lo escrito por Evaristo Luvian, presidente en funciones del Consejo Editorial de la UAEH, en el diario El Independiente de Hidalgo, antes del ILEAO surgieron planteles como una opción de educación heredada del periodo colonial, donde se impartían conocimientos dogmáticos y especulativos con el propósito de mantener el orden, favoreciendo a grupos conservadores.

En cambio, en el ILEAO se impartió, durante 21 años, artes y oficios que requerían encaminar los estudios a las tenencias científicas que en esos momentos vivía el país.

En un principio, el instituto funcionaba en una casa alquilada en la calle de Allende, y en 1875 se trasladó al edificio del que fuera hospital de San Juan de Dios, fundado al poniente de Pachuca en 1725 y abandonado por los Juaninos en 1836; y que hoy es conocido como el Centro Cultural “La Garza” de la calle de Abasolo.




Un poco más de historia


En 1872 se expidió el primer reglamento interno, inspirado en las ideas de la filosofía positivista de Auguste Compte, de donde se extrajo el lema “Amor, orden y progreso”, que hoy identifica a la comunidad hidalguense.

En 1890 se cambió el destino educativo y el nombre original por el de Instituto Científico y Literario (ICL), que conservó hasta el 31 de marzo de 1948, cuando adquirió la autonomía.

De 1911 a 1925, el instituto sufrió las consecuencias de la guerra civil, por lo que en dos ocasiones estuvo a punto de ser clausurado. Después de la Revolución Mexicana, en 1921, se le incorporaron otras escuelas, llamándose Universidad de Hidalgo, y hasta 1925, recuperó el nombre de Instituto Científico y Literario, hasta 1948, cuando adquirió autonomía y se denominó ICLA.

En la década de los cuarenta se abrieron estudios profesionales para las carreras de Medicina, Derecho e Ingeniería, en sus dos primeros años.

Durante el gobierno de Adolfo López Mateos se fueron creando universidades en varios estados de la república. En Hidalgo, la población estudiantil que demandaba educación superior iba en aumento, por lo que el 24 de febrero de 1961, la XLIII Legislatura Local promulgó el decreto número 23 que creaba la actual Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.




Conmemoración de los 150 años


Nuestra Universidad celebra durante este año 150 de su primer antecedente. El pasado 3 de marzo, en punto de las 10:00 horas y en un pletórico Salón de Actos “Ingeniero Baltasar Muñoz Lumbier” conmemoró el aniversario a través de una ceremonia solemne.

Los festejos fueron encabezados por el rector Adolfo Pontigo Loyola; el secretario de Educación Pública de Hidalgo, Atilano Rodríguez Pérez, y el presidente de la Junta Política del Congreso local, Ricardo Baptista.

También se develó un busto para honrar al ex rector Carlos Herrera Ordoñez; fue presentada una ofrenda a Juan Crisóstomo Doria, gobernador que creó al ILEAO, y se presentó la obra Carmina Burana, por parte de la Orquesta Sinfónica (OSUAEH).

Tras entregar a los ex rectores Juan Alberto Flores Álvarez, Juan Manuel Menes Llaguno, Juan Manuel Camacho Bertrán y Humberto Veras Godoy un reconocimiento por su trabajo desempeñado en sus respectivos periodos en favor de la institución, Adolfo Pontigo Loyola leyó una remembranza que incluyó las etapas históricas de la UAEH.


“Para la Universidad todo, contra ella nada. ¡Larga vida a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo!”: rector


El Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios constituyó un significado a la libertad de pensamiento, donde se adquirían conocimientos acordes a la época. Se convirtió en la herencia más importante para los hidalguenses, el cual perdura con más fuerza hasta nuestros días.