Gustavo López, nace en Juchitán, Oaxaca. A los 16 años emigra a la ciudad de México, donde estudia la preparatoria. Posteriormente se inscribe en la UNAM, en la carrera de Letras Hispánicas y hace algunos estudios de música en la Escuela Superior de Música. En 1974, funda con otros jóvenes el grupo musical ¨CADE¨, con el cual empiezan a difundir el folklore mexicano y a experimentar con la composición fusionando el folklore con otros elementos musicales. En 1975, una de sus canciones es estrenada por la cantante argentina, Mercedes Sosa en el Palacio de Bellas Artes. De 1979 a 1982 formó parte del grupo ¨Los Folkloristas¨. Posteriormente se ha dedicado fundamentalmente a difundir su trabajo como compositor e intérprete, con el que se ha presentado en diferentes teatros y festivales de la mayoría de los estados de la república, así como en Cuba y Estados Unidos de América. En las canciones de Gustavo López la música y la poesía, la tradición y la contemporaneidad se entrelazan y crean un entramado de imágenes, sonidos, sensaciones que se elevan en una espiral de emociones y erizan la piel.
Ha sido Becario del FONCA en dos ocasiones, 2001 – 2002 y 2013 -2015 y de la Secretaría de Cultura de la ciudad de México. Ha sido miembro del jurado del FOESCA del estado de Oaxaca en dos ocasiones. Miembro del jurado del programa de apoyo a la difusión de obras literarias, musicales, teatrales, cinematográficas y visuales en la ciudad de México, “Artes por todas partes”. Miembro del jurado del Concurso Estatal de Composición Musical, Hidalgo, 2003. Ha sido seleccionado por el Fideicomiso para la Cultura México-EUA, para la promoción de su trabajo en Nueva York en el Art Market organizado por la Association of Performing Arts Presenters en enero del 2003 y 2004. Ha publicado artículos y parte de su trabajo literario en diversas revistas y periódicos, Ha editado tres discos propios con su trabajo y colaborado con arreglos y composiciones para diversos artistas de México, Argentina y Japón. Canciones como ¨Flor de Metal¨, ¨Críptico¨ y ¨El Caracol¨ (que ha sido traducida al portugués) son ya parte del repertorio de la trova contemporánea mexicana.