La distribución geográfica actual de las especies de árboles en el planeta está relacionada con eventos que ocurrieron en el pasado en forma gradual, como la deriva continental. En periodos de tiempo más recientes, los cambios climáticos durante la glaciación del Cuaternario permitieron la migración y adaptación de las poblaciones de plantas a las nuevas condiciones ambientales e incluso el surgimiento de nuevas especies.
En contraste, el cambio climático actual y otros disturbios provocados por las actividades humanas, como cambio de uso del suelo y la fragmentación del hábitat, entre otros, están sucediendo en escalas de tiempo extremadamente cortas, por lo que existe incertidumbre sobre la capacidad de respuesta de las plantas a estos cambios ambientales tan rápidos.
Árbol de Magnolia zotictla
Las regiones montañosas del mundo albergan una elevada diversidad biológica y representan uno de los últimos refugios de vida silvestre; aunque el conocimiento de la flora en estas regiones es cada vez más completo, cada año se registran y describen nuevas especies de plantas.
En la mayoría de los casos, las especies recién descritas tienen como característica en común que sus poblaciones están constituidas por pocos individuos, lo que las hace más vulnerables al cambio climático y a otros disturbios naturales y antrópicos.
Un ejemplo ilustrativo de ello, son las magnolias; en años recientes se han descrito un gran número especies en América y Asia, cuyo denominador común es que presentan distribución restringida, poblaciones aisladas entre sí y con pocos individuos, y hábitat en riesgo de desaparecer por actividades humanas. En México, en la última década se han descrito más de 10 especies de magnolias, todas con distribución limitada.
En el año 2015 se describió Magnolia rzedowskiana como una nueva especie endémica del bosque mesófilo de montaña de la Sierra Madre Oriental, en los estados de Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz. En las localidades donde se desarrollan las poblaciones silvestres de esta especie de árbol, las personas utilizan sus hojas y flores en medicina tradicional para tratar problemas cardiacos; y las flores son reconocidas y comercializadas por su belleza, color, gran tamaño y olor agradable. Los nombres comunes de esta especie son flor de corazón (Yoloxochitl) o flor de mayo, en referencia a su temporada de floración, que ocurre a fines de abril y primordialmente en mayo.
Árbol joven de Magnolia zotictla
En investigaciones recientes con Magnolia rzedowskiana, en las que se analizaron con mayor detalle las características de sus poblaciones, se encontró una que difería de forma evidente de las demás en varios atributos: morfología de hojas y flores, periodo de floración (inicia a fines de febrero y continua en el mes de marzo), anatomía de la madera y distribución geográfica.
Estas diferencias, en conjunto, permitieron proponer a esta población como una nueva especie, que fue nombrada Magnolia zotictla en honor a la localidad donde se encontró, en el municipio de Acaxochitlán Hidalgo. Posteriormente, se encontraron más poblaciones en algunas localidades aledañas, en el municipio de Pahuatlán (Puebla), lo cual es relevante porque aumenta la probabilidad de conservación de esta especie.
La descripción de una especie es un proceso complejo que requiere de experiencia y de la integración de distintas áreas del conocimiento. Para que la propuesta sea confiable se requiere principalmente del análisis de sus poblaciones a nivel genético, morfológico y anatómico, de preferencia a lo largo de su área de distribución, describir su fenología (floración y fructificación) y analizar distintos aspectos ecológicos y biogeográficos.
En el caso particular de Magnolia zotictla, se cuenta con evidencia morfológica, anatómica y ecológica que sustenta su descripción como una nueva especie; y está en proceso el análisis a nivel genético para corroborar su identidad taxonómica.
Ramas con flores de Magnolia zotictla
Hojas y flores Magnolia zotictla
Independientemente de los resultados que se obtengan del análisis genético, las poblaciones de Magnolia rzedowskiana y Magnolia zotictla se encuentran en riesgo severo de extinción: la extracción indiscriminada de sus flores, la caída de los árboles por causas naturales (huracanes) o tala ilegal, la pérdida de su hábitat, el cambio climático, la carencia de planes de manejo y conservación, entre otros factores, sugieren un callejón sin salida para ambas especies de árboles.
Sin embargo, en sentido positivo, recientemente ha crecido el interés por este grupo de plantas, asociaciones civiles e investigadores de distintas instituciones educativas y de investigación del país, principalmente de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Universidad de Guadalajara, Instituto de Ecología A.C., realizan estudios en campo y laboratorio para conocer con mayor profundidad las características biológicas de las magnolias. Con ello se está generando información básica que permitirá proponer en el corto plazo, estrategias para su uso, manejo y conservación.
Los antepasados de las magnolias actuales se consideran como uno de los primeros grupos de plantas con flor que aparecieron en el planeta hace decenas de millones de años, por lo que han logrado adaptarse y persistir en el espacio y en el tiempo. Sin embargo, las condiciones en las que se desarrollan actualmente no son adecuadas para garantizar su permanencia, por lo que es primordial la creación de programas de manejo que reduzcan la presión sobre las especies.
Fruto maduro con semillas de Magnolia zotictla
La conservación y manejo sustentable de las especies de plantas y en general de los seres vivos, es esencial para el desarrollo de la sociedad por la provisión de servicios ambientales, usos directos (alimento, medicina, ornamento) y valor intrínseco que representan.
La descripción de Magnolia zotictla fue casual, surgió como parte de un proyecto de investigación que tenía como objetivo conocer el efecto del cambio climático sobre poblaciones relictas de especies de árboles. A partir de este hallazgo, se ha iniciado un estudio que tiene como finalidad definir el estado actual de las poblaciones de esta especie y desarrollar un protocolo para su reproducción y propagación, en el que se espera participen activamente los habitantes de Zotictla y pueblos cercanos con el fin de propiciar la adopción de estrategias de conservación y manejo sustentable de las especies de plantas, en beneficio de la comunidad.
Arturo Sánchez González es biólogo y maestro en Ciencias en Biología de recursos vegetales por la Universidad Nacional Autónoma de México, y doctor en Botánica por el Colegio de Postgraduados. Desde 2005 es profesor investigador en el área académica de Biología en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Desarrolla proyectos sobre patrones de riqueza y distribución de distintos grupos de plantas, principalmente de helechos y licopodios, y sobre la estructura y la composición de poblaciones y comunidades vegetales. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde el año 2005 y actualmente es Nivel II y profesor con perfil deseable del Programa para el Desarrollo Profesional Docente, PRODEP, desde el año 2006; ambos reconocimientos en forma ininterrumpida.
Liliana Cuapio Hernández es ingeniera en Planeación y Manejo de Recursos Naturales Renovables y maestra en Ciencias Forestales, ambos grados académicos por la Universidad Autónoma Chapingo. Durante 2003 a 2015 se desempeñó como consultora ambiental. Actualmente es egresada del Doctorado en Ciencias en Biodiversidad y Conservación por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo; durante su formación de posgrado ha realizado estudios de anatomía de la madera y dendrocronología y ha publicado sus resultados en artículos científicos y de divulgación.
Marisol Gutiérrez Lozano es bióloga y maestra en Ciencias en Biodiversidad y Conservación, ambos grados por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Actualmente estudiante de séptimo semestre del Doctorado en Ciencias en Biodiversidad y Conservación en esta misma casa de estudios. Se ha enfocado en el estudio de la taxonomía de helechos y licopodios, y en la morfología y genética de las especies de Magnolia rzedowskiana, M. zotictla y M. mexicana en la Sierra Madre Oriental de México. Ha colaborado en la realización de cuatro artículos científicos, dos libros, un capitulo, un artículo de divulgación y ha participado en 20 congresos y simposios nacionales e internacionales.
Liliana López Ramírez es bióloga y maestra en Ciencias en Biodiversidad y Conservación, ambos por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Dedicó los últimos 11 años a la gestión, creación y aplicación de proyectos comunitarios sustentables, en conjunto con organizaciones gubernamentales y en el sector privado con impacto local y regional. Debido al esfuerzo y los resultados, el equipo de trabajo recibió el Premio al Mérito Forestal en 2015 en Mineral del Chico, Hidalgo; Premio Race Award 2016 por la Universidad de Harvard en la categoría de ecología por plantar más de 68 millones de árboles; Premio Latinoamérica Verde 2017 reconocimiento al Programa Nacional de Reforestación y Cosecha de Agua dentro de las 50 iniciativas sociales y ambientales más importantes en América Latina.
NOTA: Las tres alumnas estudiaron o están estudiando distintos aspectos biológicos, como anatomía, morfología, ecología, genética y dendrocronología, de las dos especies de magnolias que se mencionan en el artículo, como parte del proyecto Ciencia Básica 284484-2016.