Lewis escribe esta obra dedicada a su ahijada Lucia Barfield, quien él mismo se refiere a su trabajo como un cuento de hadas hecho para ella. Ahí relata la historia de la pequeña Lucia (sí, como se llama su ahijada) y de sus tres hermanos: Pedro, Susana y Edmundo, siendo ella la menor, quienes después de mudarse a una gran casa de un viejo profesor, amigo de la familia, tras dejar su casa y a su madre por bombardeos en Londres debido a la Segunda Guerra Mundial, encuentran en una habitación, de las muchas que había en ese lugar, un gran ropero que contenía abrigos de pieles, lo cual para su sorpresa este sería el portal a Narnia, un mundo con criaturas míticas, como unicornios y centauros, animales que hablan, una bruja y un León de nombre Aslan. Allí, los cuatro hermanos vivirían la aventura de su vida, donde tendrían conflictos entre sí, sufrirían traición y se encontrarían al borde de la muerte, todo para alcanzar una profecía dentro de Narnia, salvarla de la bruja blanca y lidiar con Edmundo en el proceso. Conforme se adentran a Narnia, esta se advierte cada vez más grande y también el mundo en el que se encuentra con lo que da pie a poder entender porque son las crónicas de Narnia, lo que invita a quien se enamore del libro a conseguir las demás. Contar lo que les pasó sería una historia difícil de creer para los de su mundo ‘real’, pero como expresa el viejo profesor: o mienten, o están locos, o dicen la verdad.
Con una crónica sencilla de llevar, la obra de ficción utiliza un lenguaje bastante descriptivo, como en la especificación de la apariencia, los tonos de piel y la expresión facial, sonidos ambientales y de objetos al accionar, describe aromas y sentidos de tacto, suficiente para poder apartarnos de la adaptación cinematográfica y valorar los detalles en la trama, los porqués de las acciones, las personalidades y pensamientos de los personajes.
Las crónicas de Narnia
El león, la bruja y el ropero.
C.S. Lewis
Reseña por Zuriel García Hernández
El León, la bruja y el ropero (Editorial Andrés Bello, 5ta edición, 1993, Chile) es el primero publicado (por primera vez en 1950) de una serie de libros llamada Las crónicas de Narnia, escrita por Clive Staples Lewis (1898-1963), más conocido como C. S. Lewis, autor inglés del siglo XX, reconocido por su pensamiento crítico y teológico, y por sus notables novelas de ciencia ficción, las cuales están colmadas de imaginación y riqueza de lenguaje. Fue un prestigiado profesor de literatura en la Universidad de Cambridge desde 1954 hasta su fallecimiento, además de ser contemporáneo y amigo de J. R. R. Tolkien.